CINE

El mexicano Gabriel Beristáin, respeta la profesión

Gabriel Beristáin trabaja la postproducción de sonido de su nueva película como director “No quedan junglas” en México

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Especial

El mexicano Gabriel Beristáin ha dirigido la fotografía de más de 50 producciones en Europa y Estados Unidos, incluyendo títulos de Marvel, sin embargo, cuando entró a la industria del séptimo arte, su verdadera intención era dirigir, algo que ahora retoma con la cinta “No quedan junglas”. 

“Estoy feliz porque tengo la oportunidad de dirigir, de hacer lo que siempre quise hacer y de trabajar con actores muy importantes como Ron Perlman y Natti Natasha, que con un uno por ciento de su público que nos vaya a ver, ya nos volvimos ricos”, comentó entre risas en exclusiva a El Heraldo de México. 

Para esta experiencia, Beristáin se enfocó en darle el peso necesario y justo al trabajo de los actores, ya que la actuación es parte de su herencia, su padre era Luis Beristáin quien formó parte de la Época del Cine de Oro Mexicano y trabajó de cerca con Luis Buñuel y su medio hermano Arturo se consagró como actor y forma parte de la Compañía Nacional de Teatro. 

“Lo más importante para mí en la dirección fue entender que no tenía que darle prioridad a la historia visualmente como lo he hecho como fotógrafo, sino narrar la historia con los actores, entonces trabajé mucho en darle a ellos un backstory, porque para mí el respeto a la actuación era importantísima y le di prioridad absoluta. No por eso demerite el trabajo de cámara o fotografía, pero sí era bueno lograr una justa unión”, detalló. 

Como director de fotografía ha estado codo a codo con grandes de la industria, de quienes aprendió todo el tiempo, tan sólo de su colaboración con David Mamet en cintas como “The Spanish Prisoner” (1997), le enseñó que la cámara era un actor más dentro de la película y eso hizo con esta producción. 

“No quedan junglas” es una coproducción española y mexicana, que está basada en la novela “Ya no quedan junglas adonde regresar”, de Carlos Augusto Casas. La historia sigue a “Theo” (Perlman), un ex militar cuya existencia solitaria transcurre entre los recuerdos de un pasado mejor, las horas perdidas en un bar y los días en que ve a “Olga”, una prostituta ucraniana a la que le paga para conversar. Solo durante esa hora se siente vivo. Pero un día la chica es asesinada y él busca venganza. 

Este filme es producido por Álvaro Ariza, quien no creía que con más de 40 años en la industria, fuera la primera ópera prima de Beristáin, sin embargo, Gabriel ya había dirigido antes, esto fue en el año 2000 con “El Grito”.

“Fue una película que tuvo muchos problemas, el que era el director de Univisión en esa época la censuró, porque le parecía que era una extravagancia que haya costado casi un millón de dólares, porque según él, las películas latinas, y sobre todo mexicanas, no tenían porqué costar eso y la enlató… por ahí se ha vuelto un poco una película de culto, pero por eso muchos creen que no había dirigido”, recordó. 

ORGULLO LATINO

Aunque viene de una familia relacionada con el cine, Gabriel Beristáin fue parte del movimiento estudiantil en 1968 y decidió entrar a la industria porque veía el cine como una forma de comunicación que le permitía expresar todo lo que pasaba en esa época. 

“Era la necesidad por entender el sueño colectivo, tratar de transformarlo, imitarlo y conocerlo… De esa forma empecé y por mucho tiempo fue eso, ya después la vida me fue haciendo trampas increíbles y me mandó al cine más comercial del mundo. Yo debí terminar haciendo documentales políticos y terminé en Marvel”, contó.

En cuanto al tamaño de las producciones, considera que el costo de cada una lo eleva el nombre de los actores y sí algunos “juguetes” con los que ellos pueden trabajar, pero en realidad todo está en el proceso creativo de cada director.

Tras la filmación de “No quedan junglas” en España, trabaja la post producción de sonido en México, un mercado al que anhela regresar con sus siguientes proyectos, porque ve el sur del país como un paraíso para contar grandes historias, como la que recientemente hizo con Betty Kaplan en Puerto Rico. Sin embargo, reconoció que por muchos años pensó que no tenía cabida su país. 

“Yo ya trabajaba en Hollywood cuando aquí, todos los grandes talentos mexicanos que ahora están allá, luchaban para irse de aquí. Entonces tratar de entrar a esta industria era una contradicción porque no iba a tomar su lugar”, afirmó.

Pero su camino en Estados Unidos tampoco fue fácil, porque él llegó en los 90, una época en la que se tenía que “pretender que eras lo que no eras, ahora está el mundo de Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu que es la celebración del orgullo mexicano”. 

En su nueva película participan Megan Montaner, Unax Ugalde e Itziar Ituño, por citar a algunos. 

  • Así como los actores mexicanos Damián Alcázar y Marco de la O. 
  • Su llegada a Hollywood fue con la cinta “Sangre por sangre: Obligado por el honor”.
  • Dicha producción era dirigida por Taylor Hackford, quien buscaba a alguien que entendiera el mundo chicano.
  • Es tío de la cineasta Natalia Beristáin (Ruido), y está orgulloso de que se le reconozca por su talento.
  • Su hija Victoria, de 19 años, estudia actuación en España.
  • Considera que los cubanos destacan por su ingenio y creatividad.

“Entre a EU con el mundo chicano, el cual es real y único, que no son de Juárez, ni de Tijuana, tienen su propio lenguaje y cultura”, dijo.

“No sé si abrí camino (en Hollywood), espero haber tenido una contribución a eso, pero que se pueda reconocer que lo haya sido, no lo sé”, contó. 

  • 60 películas ha fotografiado.
  • 2021 hizo Black Widow. 
  • 2000 dirigió El Grito.

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