Para Héctor Palhares, director del Museo Nacional de Arte y curador de la muestra Diálogos de vanguardia. La Colección Pearlman en el Munal, “ningún viaje es definitivo”, por eso, la obra de ocho artistas mexicanos del siglo XIX y XX establece una conexión con la de nueve pintores impresionistas y post-impresionistas franceses, de ese mismo periodo.
En entrevista, el también historiador indicó que la exhibición, que permanece hasta el 12 de enero de 2025, busca mostrar la obra “en pie de igualdad”, motivo por el que es posible observar lado a lado el Retrato de Adolfo Best Maugard de Diego Rivera con el Jean Cocteau de Modigliani; o la Naturaleza muerta de Montenegro con la Naturaleza muerta de Pissarro.
“Es necesario pensarnos en una realidad cultural que no es insular, es decir, no es México de un lado y Europa del otro; por ello, la exhibición da cuenta del dialogo entre estos artistas”, dijo.
En la exposición, también se exhibe La nube de Gerardo Murillo Dr. Atl con el Monte Sainte-Victoire de Cézanne; La recámara de José Clemente Orozco con la Mesalina de Toulouse-Lautrec; el Desnudo de mujer sentada de Manuel Rodríguez Lozano con Después del baño (Mujer secándose) de Degas; Dama en balcón de Félix Parra con Joven con sombrero redondo de Manet; el Desnudo barroco de Germán Gedovius con Desnudo en un paisaje, de Renoir; por mencionar algunos.
“Las obras se parecen, y lo digo un tanto entrecomillado porque de pronto la primera percepción va a ser: ah claro, hay un desnudo de Renoir, y un desnudo de German-Gerobius, pero va más allá de eso, es más una suerte de sensibilidad compartida y una realidad plural en la que los artistas mexicanos que estuvieron en Europa se nutrieron de algunos rasgos artísticos que los llamaron, al igual que los extranjeros lo hicieron de ellos y del arte de México”, explicó Pahlares.
En las tres salas que albergan la exposición también se encuentra Loma verde (Paisaje con flores y árboles) de Clausell y Vista de río de Sisley; y, en solitario la Diligencia tarascona de Vicente Van Gogh, una obra del francés que representa dos tiempos “por un lado el fin del siglo XIX y por otro el arranque del siglo XX”.
“Aunque Van Gogh muere en 1890 su obra marca las grandes pautas del impresionismo, del color y de la luz, rompiendo con muchos de los grandes cánones de este movimiento moderno y dando origen a las primeras pinceladas de las vanguardias del siglo XX, convirtiéndose así en una guía de estos diálogos”, contó.
Por último, compartió que es la primera vez que estas obras de la colección Pearlman llega a un país de América Latina, una situación que también es motivo de celebración.
“Henry Pearlman (1895-1974) fue un notable empresario y residente de la ciudad de Nueva York, sin embargo, actualmente es considerado el principal coleccionista de obras de arte del periodo post-impresionista del mundo, a su muerte, esta colección pasó en comodato al Museo de Arte de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey donde se cumple con su última voluntad: que pueda ser objeto de investigación por parte de visitantes, académicos y estudiantes”, finalizó.
ELEMENTOS
- La muestra tiene por objetivo evidenciar los intereses, sensibilidad y tiempos que unieron a los artistas europeos y nacionales a través de 17 óleos de los fondos del Munal y del acervo del estadounidense Henry Pearlman.
- Durante tres décadas, Pearlman adquirió obras de Soutine, Modigliani, Cézanne, Van Gogh, Renoir, Manet, Matisse y Toulouse-Lautrec, así como de artistas menos conocidos con visiones modernistas.
- Las acuarelas de Cézanne son la piedra angular de su colección.
- Las ocho obras de artistas mexicanos que se exhiben forman parte de la Colección del MUNAL.
Por Azaneth Cruz
EEZ