Kamala Harris rechazó haber cambiado sus posiciones sobre el fracking y la inmigración, pero afirmó que su tiempo como vicepresidenta de Estados Unidos le proporcionó una nueva perspectiva sobre algunos de los problemas más urgentes.
En una entrevista con la cadena CNN, la primera desde que fue designada candidata presidencial demócrata hace un mes, Harris dijo que nombraría a un republicano para que sirva en su gobierno si es elegida. " Creo que sería beneficioso para los estadounidenses tener a un republicano como miembro de mi gabinete".
Descartó lo que calificó como el "mismo viejo y cansado manual" de insultos usado por su rival republicano, el expresidente Donald Trump, para cuestionar su identidad racial con el argumento de que "se volvió negra".
Al abordar sus cambios de postura sobre el fracking y la despenalización de los cruces fronterizos ilegales, explicó porque sus posiciones habían cambiado.
"Fui Fiscal general de un estado fronterizo, California. Luche contra las pandillas transnacionales, los cárteles de la droga y traficantes de personas", dijo.
Como una señal de sus valores en materia de inmigración, Harris prometió luchar por una "fuerte seguridad fronteriza" y por una ley migratoria que restringiría el asilo.
Al responder sobre el fracking, una controversial técnica de extracción de petróleo mediante la inyección de agua a presión, indicó que "creo que es importante generar consenso sobre dónde podemos resolver los problemas".
Precisó que "siempre he creído, y he trabajado en ello, que la crisis climática es real, que es un asunto urgente al que debemos aplicar métricas de cumplimiento de plazos en torno al tiempo". Su compañero de fórmula, Tim Walz, estuvo presente en la entrevista.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
EEZ