El 2024 es para el INAH un año de profundo orgullo y satisfacción, pues celebramos aniversarios importantes para la historia del Instituto y de nuestro país. El INAH es, sin duda, una institución vital para la conformación de la identidad nacional y de las identidades particulares de los grupos étnicos, lingüísticos, regionales y comunitarios que integran la pluralidad de nuestra nación.
Este año festejamos el 85 aniversario del INAH, que desde 1939 se constituye en la gran institución del Estado mexicano ocupada del estudio, preservación, protección y de propiciar el disfrute social de nuestro inagotable patrimonio cultural de México. Durante estas ocho décadas y media, el INAH ha sido un pilar en la construcción de la idea de quiénes fuimos y somos, gracias a miles de mujeres y hombres que han dedicado su vida a estas tareas vinculadas con nuestro legado cultural.
El INAH surgió en el periodo cardenista, cuando en el país se concretaron las grandes reformas sociales a las que dio lugar la Revolución Mexicana. Ochenta y cinco años después, y luego de sortear tres décadas de una avasalladora contrarreforma neoliberal, el INAH se vuelve a ver inmerso en un periodo de transformaciones que arranca con el vuelco electoral del primero de julio de 2018, que marcó un mandato para combatir la corrupción, reducir la desigualdad, favorecer la justicia y el bienestar social y atender la deuda histórica con los pueblos originarios, grupos afrodescendientes y sectores sociales en desventaja.
El alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994 marcó el “nunca más un México sin sus pueblos indígenas”, la determinación de dar voz a los sin voz, de incluir las diferencias culturales en un nuevo proyecto nacional y revertir las desigualdades sociales que desgarran y confrontan al país.
Ahora debemos alentar una visión integral del patrimonio, convencidos de que no se trata solo de monumentos y bienes culturales, sino de poner en el centro a las comunidades y pueblos que los han producido, por lo que su salvaguarda requiere la participación de todos los mexicanos.
Los 68 grupos etnolingüísticos y los miles de comunidades que en México mantienen sus formas de organización social, lengua, tradiciones y rasgos culturales, han fortalecido su presencia en la reivindicación de sus territorios, demandas sociales y derechos culturales. Su resistencia, que data de siglos, ha sido atendida con sensibilidad y responsabilidad por el Gobierno de México, a través de la implementación de planes de justicia que implican el compromiso de instituciones como el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, la Secretaría de Cultura y el INAH.
Nuestra grandeza cultural actual es tan grande como el patrimonio antiguo. Y en ello, la tarea del INAH puede dimensionarse en los más de 58 mil sitios arqueológicos registrados, las 63 zonas de monumentos históricos con declaratoria y los más de 110 mil monumentos históricos inmuebles catalogados en todo el país. La infraestructura que atiende suma 193 zonas arqueológicas, una paleontológica y 162 museos que anualmente reciben a más de 30 millones de visitantes. De igual manera, el INAH da seguimiento a 35 sitios inscritos en la lista representativa de Patrimonio Mundial de la Unesco y prepara los expedientes para nuevas inscripciones.
Un ámbito de acción que nos llena de orgullo es la recuperación de bienes culturales sustraídos ilícitamente del país, que a la fecha suman más de 15 mil objetos recuperados, bajo la consigna “Mi patrimonio no se vende”. Ello ha sido posible, gracias a la colaboración con las secretarías de Cultura y de Relaciones Exteriores, del Programa de Memoria Histórica y Cultural de México, la Interpol y de gobiernos de países hermanos.
Otro campo de acción relevante ha sido la atención del patrimonio cultural afectado por los sismos de 2017, que generaron daños en más de tres mil monumentos históricos en 11 estados. Gracias a la coordinación de la Secretaría de Cultura y la cooperación de los gobiernos estatales comprometidos con la causa, este año terminaremos esa titánica labor.
Este 2024 también festejamos otras efemérides notables para la historia del INAH y de México: como el 80 aniversario del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, los 80 años del descubrimiento de la zona arqueológica de Tlatelolco, el 65 aniversario de la Dirección de Estudios Históricos y el 60 aniversario del Museo Nacional de Antropología y del Museo Nacional del Virreinato.
Además, este año marca el 35 aniversario de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), encuentro que, desde 1989, se ha posicionado como el foro más importante en América Latina para la difusión editorial y la reflexión crítica del pensamiento histórico, antropológico y las disciplinas relacionadas con la vocación del INAH.
Esta fiesta literaria es uno de los espacios más útiles para acercar al público las investigaciones relativas a los campos de acción del INAH y de otras instituciones hermanas. Este año, Belice y el estado de Quintana Roo son nuestros invitados de honor y preparamos un vasto programa bajo el eje temático "Patrimonio Cultural y Sostenibilidad".
Año con año, la FILAH adquiere fuerza y vitalidad, al ser el espacio donde la labor institucional concreta su vínculo social. En esta celebración, el rigor académico del Instituto encuentra su materialidad a través de los libros, las revistas y otras expresiones audiovisuales.
Es mediante las acciones de divulgación –como presentaciones editoriales, coloquios, seminarios, simposios, conferencias magistrales y talleres– que el amplio quehacer del INAH logra su cometido: contribuir al conocimiento de nuestras raíces, incrementar el conocimiento en torno a los saberes, costumbres y tradiciones de nuestros ancestros y fomentar el reconocimiento de nosotros, como parte de un rico entramado cultural.
Así, la FILAH se es hoy día un foro apreciado y esperado por investigadores, profesores, divulgadores, estudiantes y sociedad en general que encuentran en él un semillero de conocimientos relativos a la cultura, la antropología, la historia y un crisol de temáticas relacionadas con el estudio de lo humano y su devenir.
Todo ello acredita por qué la FILAH representa un esfuerzo que nos empeñamos por continuar y un orgullo para quienes trabajamos en el INAH, institución que llega a sus primeros 85 años con la convicción del alto valor y compromiso que tiene con el pueblo de México y con sus transformaciones en la búsqueda de una sociedad más igualitaria, fraterna y con mayor bienestar para todas y todos.
¡Larga vida a nuestro Instituto Nacional de Antropología e Historia!
Por Diego Prieto Hernández
Director General del INAH
EEZ