ÓPERA

La ópera también es para niños

La Flauta Mágica, de Mozart, y La Cenicienta, de Rossini, llegan al Lunario del Auditorio Nacional para conquistar a las nuevas generaciones

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Fotos: Especial

En la intención de mostrar que la ópera también es divertida, y, sobre todo para niños, el Lunario del Auditorio Nacional está listo para recibir dos títulos emblemáticos del género: La flauta mágica, de Mozart, y La Cenicienta, de Rossini, ambas puestas en escena fueron comisionadas a Pro Ópera y cuentan con la producción y dirección de escena de Rodrigo Caravantes.

La cantante Cassandra Zoé, quien forma parte de la Asociación Civil que impulsa la ópera desde 1985, explicó que ofrecerán propuestas originales con las que las infancias y juventudes puedan identificarse, y, así, se fortalezca la creación de nuevos públicos y se apoye a los nuevos talentos de la disciplina.

Rodrigo Caravantes, director de escena de ambas óperas, explicó que La Flauta Mágica, que cuenta la historia del príncipe Tamino y la princesa Pamina, mantiene la esencia del a clásico de Mozart, pero con algunas adaptaciones como el vestuario y la escenografía, las cuales le fueron encomendada a Raúl Valdés, colaborador de DC Studios y Marvel.

En este sentido, el también productor de las historias dijo que para las adaptaciones, el ilustrador mexicano tomó inspiración de los cómics y las mangas japonesas.

Mientras que La Cenicienta —inspirada en el cuento de Charles Perrault—, “va a contar la historia original y no la versión comercial”, por lo que la joven doncella, que es obligada por sus hermanas a realizar las labores del hogar, va a tener un padrastro y no una madrastra, y, en lugar de perder una zapatilla, será un brazalete.

Para esta obra musical, dijo Caravantes, el vestuario le fue prestado a la compañía por la Ópera de Bellas Artes, mientras que las ilustraciones que van  a presentarse en la pantalla a modo de escenografía también fueron realizadas por Valdés.

“Las oportunidades son más que los retos”, señaló Zoé Velasco, y añadió que con la ópera se puede lograr un gran impacto cultural, intelectual y social en las nuevas generaciones. “Nos emocionan estar frente a los niños, cada acción de su parte significa algo y queremos emocionarlos”, sostuvo.

Se presentan el 21 y 28 de julio, y el 4 y 11 de agosto, respectivamente.

Por Azaneth Cruz

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