CÚPULA

Más de una década despierto

El espectáculo Desperteares se ha posicionado en el gusto del público, pero ha tenido que jugar a la ruleta rusa

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: FOTO: Hyunsik Kim

En 2011, un muy joven Isaac Hernández regresó al país como uno de los intérpretes mexicanos con mayor presencia internacional de los últimos años, un logro que habían conseguido  bailarines como Luisa Díaz, quien fue primera bailarina del Bejart Ballet Lausanne; Roberto Lara en Les Ballets Trockadero de Monte Carlo; Selene Guerrero en el National Ballet of Canada; Leslie Fuentes fue solista con el Ballet Nacional de Ecuador; Javier Peña, bailarín en el Ballet de la Ópera de Berlín;  Katia Carranza como bailarina principal del Miami City Ballet; Luis Gabriel Zaragoza, bailarín y coreógrafo en el Sokolow Theater Dance Ensamble and Harmony Group, entre muchos otros.

Sin embargo, a la luz del tiempo Isaac Hernández (Jalisco, 1990) se ha distinguido de sus pares  —aunque algunos de diferentes generaciones— porque ha ido más allá de la interpretación: se convirtió en productor de un ambicioso espectáculo y construyó una estrategia de marketing que lo convirtió en imagen de diversas marcas y en embajador de algunas de las empresas más importantes del país.

Foto: Nath Martin

Además, creó su propia casa productora Soul Arts Productions y, desde hace un par de años, cuando regresa a México a publicitar una nueva edición del concepto Despertares, se presenta en prácticamente todos los medios de comunicación, desde revistas dedicadas a estilo de vida, pasando por las secciones culturales e, incluso, es invitado especial de programas enfocados únicamente al mundo de los espectáculos. Se hizo, pues, una celebridad.

Pero volvamos a ese 2011 cuando siendo miembro del Ballet de San Francisco, la compañía que lo catapultó a la fama y que tras su paso por el English National Ballet es nuevamente su casa, vino al Palacio de Bellas Artes para presentar Un momento para soñar. Al año siguiente, con el apoyo de algunas empresas y de instituciones, presentó por primera vez Despertares en el Auditorio Nacional, acompañado de más de 25 bailarines de distintas agrupaciones europeas y estadounidenses principalmente, y estando él mismo en el Ballet Nacional de Holanda. La prensa entonces lo llamaba "promesa de la danza".

Foto Cortesía: Rhi Lee

Tenía 22 años y había comprendido que un proyecto ambicioso no se hacía sólo con sueños, sino también con la suma de esfuerzos y de recursos. Sin embargo, un espacio para 10 mil personas no parecía idóneo para la apreciación balletística. La crítica, muy pronto, advirtió que la selección del programa y del elenco sí había ofrecido un desfile de estrellas, pero al estar conformado sólo por  pas de deux o fragmentos de títulos contemporáneos o piezas cortas, el esfuerzo se reducía a un espectáculo de fuegos artificiales con demostraciones extraordinariamente atléticas, pero sin eso que algunos llaman alma o arte. El público, entonces, nos enseñó una lección: Despertares era lo que quería ver, pero no lo sabía porque no se lo habían ofrecido.

En 2013, ese sueño de Isaac, con un despertar exitoso se enfrentó a una dura realidad: los proyectos ambiciosos son mucho más costosos de lo esperado y por inviabilidad financiera fue cancelado. En 2014 retomó el proyecto con artistas de importantes compañías como The Lombard Twins (NYC), American Ballet Theater (ABT), Opera de Ballet, de Paris; Dutch National Ballet, Netherlands Dance Theater, New York City Ballet, Royal Ballet, de Londres; San Francisco Ballet, Bolshoi Ballet, Ballet de Hamburgo y English National Ballet.  Lo único que ha detenido a Despertares  – y a Isaac– ha sido la pandemia, en 2020.

Foto: Cortesía Bryan Derballa

Hemos visto diez ediciones a lo largo de 12 años. Isaac, ahora con 34 años, es un bailarín con decenas de reconocimientos como el Benois de la Dance, el máximo galardón que se entrega en el mundo del ballet es padre de Mateo, y es un empresario visionario. La danza, es sabido, es una carrera corta, de tal suerte que no quedan muchos años más para ver a Isaac Hernández como intérprete sobre los escenarios.

Verlo ahora, otra vez, en el Auditorio Nacional es una oportunidad para apreciar su madurez artística y personal. Viene con un elenco de primer orden: la compañía Ligthbalance, Alina Cojocaru, Alessandro Frola, Natalia Osipova, Catherine Hurling, Dores André, Tiler Peck, Esteban Hernández, Braylon Browler, James Streeter, Juliano Nunes, Katherine Barkman, Jason Kitterlberg, Roman Mejia, Germain Louvet, Kayla Mack, Max Cauthorn, Michelle Dorrance acompañada de músicos en vivo, Chey Jurado, Sae Eun Park, Emily Suzuki, la pianista Ana Fernández y Aszure Barton Artists.

Isaac ha adelantado que busca ofrecer una nueva versión de My way, la obra que baila junto a su  hermano Esteban Hernández desde el inicio del proyecto, y que nació como una declaración de principios: Él iba a hacer las cosas a su manera. Y así ha sido.  

Por Alida Piñon

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