CÚPULA

INAH, 85 años de velar por el patrimonio cultural

Creada en febrero de 1939, la institución se ha dedicado a estudiar, preservar, proteger y difundir la riqueza cultural del país

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Cortesía INAH, Luis Gerardo Peña Torres

México es inconmensurable en su riqueza cultural, un inmenso legado de bienes, valores y símbolos, expresiones y significados, objetos, conocimientos y creaciones que se enriquecen continuamente y que dan a nuestro país y a sus comunidades identidad, cohesión, orgullo y reconocimiento de un futuro compartido.

El 3 de febrero de 1939 se creó el Instituto Nacional de Antropología e Historia por decreto presidencial de Lázaro Cárdenas como la gran institución del Estado mexicano ocupada de estudiar, preservar, proteger, recuperar, difundir y propiciar el disfrute social del inagotable patrimonio cultural de México, y formar profesionales de la antropología, la historia y las disciplinas dedicadas al cuidado y divulgación de los bienes culturales de la nación. 

Con los años, el INAH se ha consolidado como institución normativa y rectora para la protección y conservación del patrimonio arqueológico, histórico y paleontológico, tarea que se sustenta en la investigación científica en las áreas que le ocupan, como la antropología física, la etnología, la lingüística, la arqueología, la historia y etnohistoria, la paleontología, la arquitectura, la restauración y la museografía.

Su papel ha sido sustancial para forjar una idea de patria, de soberanía y de identidad nacional, como sustento de unidad y pluralidad de México. De igual manera, nuestra labor ha reafirmado el interés por hacer de la preservación de nuestros bienes y valores culturales una política de Estado permanente.

Foto: cortesía INAH, Mauricio Marat

El instituto tiene presencia en todos los estados de la República a través de sus Centros INAH, que atienden salvamentos, rescates, denuncias y trámites para el cuidado de monumentos y zonas de monumentos arqueológicos e históricos, así como bienes de interés paleontológico, pero también impulsan la investigación antropológica e histórica, y administra las zonas arqueológicas, museos y monumentos históricos.

Infraestructura cultural que atiende 193 zonas arqueológicas, una zona paleontológica y 162 museos, que reciben anualmente cerca de 30 millones de visitantes. La tarea del INAH puede dimensionarse en los más de 55 mil sitios arqueológicos que tenemos registrados a lo largo del país, las 63 zonas de monumentos históricos con declaratoria y más de 110 mil monumentos históricos inmuebles catalogados.

El INAH también da seguimiento a 35 sitios inscritos en la lista representativa del patrimonio mundial de la Unesco y elabora los expedientes para las nuevas inscripciones. Forman parte del INAH la Fototeca Nacional y el Sistema Nacional de Fototecas, así como el Sistema Bibliotecario Institucional, con 72 bibliotecas especializadas. El año pasado establecimos en el Museo Nacional de Antropología el Archivo Nacional de Arqueología, que ingresa al programa Memoria del Mundo. El INAH atiende una intensa labor para la formación de profesionistas en las áreas de su competencia a través de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía ‘Manuel del Castillo Negrete’ y la Escuela de Antropología e Historia del Norte del México.

No es exagerado decir que las escuelas son el cerebro crítico del instituto. El INAH surgió en el periodo cardenista, cuando en el país se concretaban las grandes reformas sociales a las que dio lugar la Revolución. 85 años después, se vuelve a ver inmerso en un periodo de transformaciones sociales que favorecen la justicia social y el bienestar de todos, atienden la deuda histórica con los pueblos originarios, grupos afrodescendientes y sectores sociales en desventaja. El alzamiento del EZLN en Chiapas en 1994 marcó el nunca más un México sin sus pueblos indígenas, la determinación de dar voz a los sin voz, el reconocimiento de la tarea de incluir las diferencias culturales en un nuevo proyecto nacional y revertir las desigualdades sociales que confrontan gravemente al país. A partir de entonces, ya no se trata solo de construir la identidad de la nación, sino de acreditar la diversidad de las culturas, las lenguas y los universos simbólicos de este mosaico heterogéneo que es México. Ello ha cambiado la relación del INAH con los pueblos originarios, las poblaciones afrodescendientes, las comunidades rurales y los grupos populares.

Foto: cortesía INAH, Mauricio Marat

Nuestro país vive un momento histórico fundamental, el INAH cumple su misión de contribuir a la recuperación de la memoria y la consolidación de nuestra identidad, valores vinculados con los anhelos profundos de equidad, justicia social y comunalidad.

De la mano con la Secretaría de Cultura, la cancillería, la InterPol, el Programa de Memoria Histórica y Cultural de México, hemos recuperado bienes culturales sustraídos ilícitamente del país. A la fecha suman casi 14 mil objetos arqueológicos e históricos recuperados, bajo la consigna: Mi patrimonio no se vende. El INAH estuvo presente en el salvamento y puesta en valor del patrimonio paleontológico recuperado en el Aeropuerto Internacional ‘Felipe Ángeles’, lo que permitió la creación del Museo Paleontológico de Santa Lucía, Quinametzin, en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional. 

Estamos involucrados en proyectos prioritarios. Destaca nuestra participación en el proyecto de Chapultepec, Naturaleza y Cultura, con acciones de mejoramiento de la infraestructura y los servicios que prestan el Museo Nacional de Antropología, el Museo Nacional de Historia, la galería El Caracol y la Ermita Vasco de Quiroga. Continúan los trabajos de salvamento arqueológico vinculados al Tren Maya y al Aeropuerto Internacional de Tulum ‘Felipe Carrillo Puerto’, en Quintana Roo. Además, se trabaja en el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas, Promeza-Tren Maya, que beneficia a 29 zonas, derivado del cual se han obtenido hallazgos fundamentales para el conocimiento de la civilización maya.

Foto: cortesía SAS-INAH

Se trabaja en la creación y actualización de nueve museos y la recuperación del edificio histórico conocido como Ateneo Peninsular en la ciudad de Mérida, que se restaura para albergar laboratorios dedicados al estudio, conservación y exhibición de los recientes hallazgos del Tren Maya, además de instalar el Museo de Historia del Pueblo de Yucatán.

Un ámbito de estrecha coordinación entre el INAH y la Secretaría de Cultura ha sido atender el patrimonio cultural afectado por los sismos de 2017, que generaron daños en más de tres mil monumentos históricos en 11 estados. Este año terminaremos.

Con 85 años de historia, le corresponde al INAH alentar una visión integral del patrimonio cultural con la convicción de que no se trata sólo de monumentos y bienes culturales, sino que supone e incluye a las comunidades, pueblos y grupos sociales que los han producido y los reconocen como un valioso legado, por lo que su salvaguarda requiere de la confluencia y la participación de todos los mexicanos.

PAL