LENIA BATRES

‘No espero ser la amiga de nadie’: Batres Guadarrama

Reconoce que ya hubo tensión con otros ministros

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: FOTOS: ALFREDO PELCASTRE

A dos meses de haber llegado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la ministra Lenia Batres Guadarrama reconoció que ya vivió momentos de tensión con otros integrantes del máximo tribunal por la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), sin embargo, aseguró que no espera ser la amiga de nadie.

“Nos conocemos poco, nos seguimos saludando, no espero yo ser la amiga de nadie, no vine a ver a mis cuates ministros y ministras, a hacer mi vida social así. En lo que los conozco han sido bastante amables”, enfatizó.

En entrevista con El Heraldo de México, Batres Guadarrama, de 54 años, habló también del “poder inmenso” que tiene el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), de si ella debe excusarse en los asuntos que involucren a la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal —de la que formó parte—, y de la invalidez de leyes por vicios en el procedimiento legislativo, así como de la propuesta de reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Batres Guadarrama señaló que durante la discusión, en la Segunda Sala, del amparo concedido a empresas inconformes con la LIE, se rompieron las normas de cortesía que se acostumbra tener en la Corte, pues las trataron como enemigas a ella y a la ministra Yasmín Esquivel.

Ese día hubo tensiones y torpeza, enfatizó Batres Guadarrama, quien rechazó referirse al anuncio de diputados de Morena de iniciar juicio político contra el integrante de la Corte, Alberto Pérez Dayán, por dar su voto de calidad en ese asunto como presidente de la Sala, pero la ministra sí destacó que se violaron al menos tres leyes.

Y es que ella pidió posponer la discusión porque la Secretaría de Energía planteó un impedimento contra el ministro Javier Laynez, que ocasionó que éste retirara de la lista el caso en el que era ponente y que se excusara de votar en el asunto que estaba bajo la ponencia de Pérez Dayán.

Con el voto de calidad de Pérez Dayán se aprobó el proyecto que proponía amparar a las empresas.

Créditos: (Alfredo Pelcastre)

“El día anterior que supimos que había ingresado la recusación (impedimento) por la Secretaría de Energía, asumimos que era obvio que se iba a pasar para otro momento (la discusión del asunto), hasta ingenuas nos vimos, en este caso la ministra Yasmín y yo que ya teníamos una posición y la habíamos comentado un poquito, nunca previmos que iba a haber un atropello en el procedimiento”, dijo.

La integrante de la Corte aseguró que su preocupación no es llevarse bien con los ministros ni con la presidenta del máximo tribunal, Norma Piña, aunque todos son amables, incluso, todavía hay buen humor en las sesiones privadas, al grado de hacer chistes.

El diálogo ha sido respetuoso, a pesar de que los ministros no esperaban cuestionamientos ni una voz distinta, destacó.

Sobre su participación en la discusión del recurso de seguridad nacional que presentó la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal para que no se difundiera información sobre el software Pegasus, Batres Guadarrama aseguró que no estaba obligada a excusarse, pues no tiene interés personal en ningún asunto.

“No participé en el área contenciosa (de la Consejería), nunca participé en los juicios, que es el área contenciosa, yo fui consejera adjunta de Legislación y Estudios Normativos, entonces participé en la elaboración de instrumentos, mi tarea era hacer reglamentos y dirigir la elaboración de iniciativas de ley, eso fue lo que hice y nunca participé en contestaciones para la defensa de instrumentos”, explicó.

Por sus relaciones familiares, como es el caso con el actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, la ministra dijo que tratándose de leyes, él no obtiene personalmente alguna ganancia de los asuntos que revisa la Corte.

“No estoy en ninguno de los supuestos (de impedimento), y es más, tan no lo estoy que no se ha planteado”, destacó.

Al ser cuestionada por las reformas aprobadas en el llamado “viernes negro” que serán discutidas por el máximo tribunal en abril, Batres Guadarrama señaló que es grave que la Corte invalide leyes por violaciones al procedimiento legislativo.

Aseguró que la Constitución plantea que los juzgadores están obligados a priorizar la discusión de fondo de los asuntos.

“Si vamos a obligar al Congreso a volver a debatir cómo atiende el tema del fentanilo, pues que sea porque se están violando realmente normas de salud que prevé la Constitución o normas de protección a la soberanía, o alguno de los bienes jurídicos que protege la Constitución, pero no porque no se presentó con 24 horas... o porque no la conoció no sé quién”, indicó.

Créditos: (Alfredo Pelcastre)

Batres Guadarrama respaldó la propuesta del Ejecutivo sobre la elección de ministros por voto popular y se refirió a la “escasa funcionalidad” que tiene el CJF, por lo que consideró interesante que se plantee la creación de un tribunal de disciplina judicial.

El CJF, dijo, tiene la facultad de administrar al Poder Judicial federal, que es inmensa e injustificada y queda a cargo de quien lo encabeza, en este caso de Norma Piña.

“Es un poder inmenso que se le otorga al Consejo de la Judicatura y particularmente lo encabeza la propia persona titular de la presidencia de la Suprema Corte”, destacó.

La ministra señaló otros temas que se deben plantear al Congreso: la administración de nombramientos, que, dijo, se cambian de forma sorprendente, y el poder de sanción, que es débil y poco transparente.

Destacó que las miles de solicitudes de sanción para jueces y magistrados se gestionan de una forma arbitraria.

También propuso que se revise la inamovilidad en el PJF y la transparencia, porque lo que ocurre al interior es oscuro en cuanto al uso de recursos y a los asuntos que se resuelven.

De concretarse la renovación del Pleno de la Corte en 2025 que propone López Obrador, dijo que debe acatar la decisión del Congreso y aseguró que hay tribunales que cambian a sus integrantes cada seis años.

Batres Guadarrama, quien vestía un huipil, aseguró que está leyendo dos libros: ¡Gracias!, del presidente Andrés Manuel López Obrador y Contra el gobierno de los jueces, de Jeremy Waldron, además, destacó los cambios que hizo a su oficina, ya que colocó una imagen de Benito Juárez, en sustitución de una pintura del mexicano Alejandro Santiago Ramírez.

Por Diana Martínez

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