RUSIA-UCRANIA

Ucrania, desde otra trinchera

Oleksandra Romantsowa, directora Ejecutiva del CCL, aclaró en entrevista con El Heraldo de México que en realidad “la invasión rusa empezó en 2014”

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Especial

El Centro para Libertades Civiles (CCL) en Ucrania, que fue distinguido con el Nobel de la Paz en 2022, lleva 10 años documentado los crímenes de guerra –el mismo tiempo en que Rusia comenzó una invasión a territorio ucraniano– y buscan que esos delitos sean castigados por la justicia internacional. 

De cara a cumplirse el segundo año de la nueva intentona rusa de anexionarse más territorio ucraniano –24 de febrero de 2022–  Oleksandra Romantsowa, directora Ejecutiva del CCL, aclaró en entrevista con El Heraldo de México que en realidad “la  invasión rusa empezó en 2014”. 

Destacó que empezaron documentando los crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos en Crimea y en el territorio de Donbás, “hasta que no tuvimos posibilidad de entrar allí. 

“Después lo hacíamos desde la zona gris. O estábamos trabajando con personas que habían sido testigos o víctimas, pero que salieron del territorio bajo control ucraniano”, señaló la licenciada en economía internacional.

Explicó que hasta 2022, junto con otras organizaciones fue creada una coalición conjunta, compuesta por más de 17 organizaciones que han documentado más de 10 mil crímenes.

En ese mismo año, “nuestra organización no se trasladó a ningún lugar, estuvimos en Ucrania durante todo el intento de ocupación de Kiev. Junto con otras organizaciones de DDHH fundamos la iniciativa con el nombre Tribunal para Putin”, destacó Romantsowa.

El número de incidentes directos que se han registrado de los testigos o de las víctimas está compuesto por más de 64 mil casos. “Colaboramos con la Corte Penal Internacional y la fiscalía de Ucrania, para que en cada uno de los incidentes inicie un proceso penal a nivel internacional como nacional”, aclaró.

Según estadísticas del CCL, la mayor cantidad de crímenes están relacionados con asesinatos a causa de bombardeos o con tiros selectivos durante las torturas (10 mil 537); después reportan 15 mil 16 heridos y 4 mil 318 desaparecidos la mayoría secuestrados por Rusia. “Están detenidos en prisiones rusas sin que les presenten cargos, son sólo civiles”, dijo.

La activista destacó que “nuestro objetivo es propugnar los cambios necesarios tanto dentro de la legislación ucraniana como en el derecho internacional, para condenar todos esos crímenes.

“La Corte Penal Internacional hasta el momento sólo ha presentado una acusación directamente al presidente (de Rusia Vladimir) Putin y la ombudsman de los niños María Lvova-Belova por el secuestro de menores ucranianos”, dijo. 

La directora ejecutiva del CCL resaltó que “ahora es imprescindible no solamente conseguir la paz, sino también hacer que nunca nadie considere esta actitud del estado vecino aceptable. Esto debe ser reconocido como un crimen”. 

Marcó una diferencia entre que el mundo les ayude a no perder la guerra o los respalde a ganarla, “hipotéticamente, si solamente se apoya la vida de los que se han quedado en Ucrania así podríamos aguantar mucho tiempo. 

“Pero cada día se pierde la posibilidad de tener una Ucrania democrática, con economía favorable, con una sociedad que vive y produce buenos productos científicos, soluciones tecnológicas avanzadas y una buena educación. Esta es la manera de apoyar a Ucrania para que no pierda la guerra. 

“Si trabajamos para que Ucrania gane, estamos a favor de los derechos humanos, que existen en Ucrania desde hace 30 años, y por eso podemos defendernos, tenemos la libertad de expresión, de unirnos, de empezar cualquier iniciativa voluntarias o políticas incluso ahora (durante la guerra).

“Justo este modelo tiene que ganar para que el autocrático de Rusia, que no respeta los derechos internacionales y sus obligaciones, no gane y no se convierta en un ejemplo para otros países”, finalizó.

PAL