“El cáncer es la enfermedad de las pérdidas” así lo describe Yahel Leguel de 39 años, sobreviviente de cáncer de mama desde hace seis años, quien afirma que ser sobreviviente es una oportunidad para generar conciencia y hablar del cáncer como es, además de poner énfasis en la importancia de la detección oportuna.
De acuerdo con expertos en el tema, la sobrevivencia de una persona con cáncer de mama dependerá sobre todo del momento cuando se realice el diagnóstico y del tiempo en el que tarda en recibir un tratamiento específico. Si es detectado a tiempo, el cáncer puede tratarse y curarse, pero si se detecta en etapa avanzada, la sobrevivencia disminuye a menos de cinco años.
Los estadios de la enfermedad se clasifican en cuatro grupos, según los síntomas y la presencia de metástasis.
“Si se detecta en estadios I y II el cáncer puede manejarse adecuadamente e incluso en algunos casos, curarse”, así lo estima el doctor Ariel Vilchis Reyes, responsable de la Consejería en Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Añadió que para las etapas III y IV, cuando el cáncer ya provocó metástasis, la probabilidad de sobrevivencia disminuye a menos de cinco años.
La detección oportuna es clave para elevar las probabilidades de sobrevivir a esta enfermedad. En México el tiempo estimado para el diagnóstico y tratamiento es de ocho meses, cuando lo ideal debería ser de menos de tres meses para obtener un resultado favorable.
Es por ello que Yahel Leguel enfatizó que “ser sobreviviente del cáncer de mama es una oportunidad para hablar de detección oportuna”, aunque también compartió que si bien ya fue dada de alta, las visitas al hospital no han terminado, ya que actualmente continúa recibiendo tratamiento preventivo.
“Lo más difícil de ser paciente oncológico es cuando terminas los tratamientos invasivos, sigues teniendo estudios médicos, estás en un punto intermedio, ni estás sano, ni estás enfermo”, dijo en entrevista para El Heraldo de México.
Añadió que también tiene que enfrentarse a otras problemáticas derivadas de su condición. “Hay mucha discriminación social y discriminación laboral, lo difícil viene después, en mi caso perdí los dos senos y es regresar a un mundo donde te ven como signo de debilidad”, compartió Yahel.
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