ARTES

Las juventudes han sido incomprendidas: José Manuel Valenzuela

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Especial

Los jóvenes, dice José Manuel Valenzuela (Tecate, 1954), han padecido “una suerte de incomprensión, pero también de resistencia de los mundos adultocéntricos a los cambios que proponen”. Como planteó Walter Benjamin, dice, “siempre se utiliza la experiencia como baldosa para aplastar los sueños de los jóvenes: ¡ya entenderás!, ahora que eres joven, ¡eres inexperto!, no sabes, ya sentarás cabeza’”.

Que en la bibliografía del investigador existan títulos como Juventud, identidad y comunicación, Tropeles juveniles, Juvenicidio, o Los Maras. Identidades juveniles al límite no es casual: la juventud y sus formas de organización ha sido uno de sus intereses. Doctor en Ciencias Sociales, especializado en Sociología por El Colegio de México, Valenzuela ha sido reconocido con el Premio Nacional de Artes y Literatura 2023 en el campo de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía: el reconocimiento salda una deuda al estudio de los temas fronterizos, las migraciones, las nuevas identidades sociales y las prácticas socioculturales vinculadas a la violencia.

“Uno sabe que hay muchos colegas que merecen este reconocimiento y cuando uno está haciendo trabajo en escenarios a veces duros, difíciles, muy dolientes, no lo hace esperando que alguien te lo reconozca”. Por el contrario, el escenario de injusticia llevó a Valenzuela a la investigación: siendo joven, en Tecate, trabajó como obrero en una fábrica de cerveza, allá también fue declamador de poesía, estudiar siempre estaba ahí, como posibilidad de progreso. Tras el sueño marchó a la Ciudad de México, aún con la oposición de su madre, donde logró ingresar a la UNAM, acá trabajó de office boy, paquetero y en la biblioteca del CCH Naucalpan.

Esa experiencia acabó por darle la oportunidad, nuevamente en su tierra, de entrar al Centro de Estudios Fronterizos del Norte de México, que después sería El Colegio de la Frontera Norte, de donde es profesor emérito.
 A la ciudad llegó con "experiencia obrera" y organizó trabajadores, pero realmente el movimiento que lo atrapó fue el de los cholos, ya de regreso en Baja California:" Se generó una campaña de odio, de criminalización brutal contra ellos. Empecé a hacer trabajo en los barrios y a partir de ahí tenía un pie trabajando con el cholismo y otro con el movimiento urbano popular en Baja California".