El gobernador de Florida, Ron DeSantis, concluyó el domingo su campaña por la candidatura presidencial republicana, casi una semana después de una brutal derrota en la primera votación partisana en Iowa.
Visto alguna vez como el principal competidor de Donald Trump, al que expresó su apoyo de inmediato, DeSantis trató de ser más "trumpista" que el propio expresidente y presentarse como un sucesor con las mismas ideas pero sin el bagaje personal que Trump.
La estrategia no funcionó, y pese a un esfuerzo considerable en Iowa quedó en un distante segundo lugar respecto a Trump, que ganó con 51 por ciento del voto contra 20 de DeSantis.
DeSantis, de 45 años, lanzó su postulación a la candidatura republicana en mayo de 2023, y gastó más de 150 millones de dólares en el esfuerzo.
“Tras nuestro segundo puesto en Iowa, hemos orado y deliberado sobre el camino a seguir”, dijo DeSantis el domingo, en un mensaje de video publicado en X, unas horas antes de un evento que había programado en New Hampshire.
“Si pudiera hacer algo para lograr un resultado favorable, más paradas de campaña, más entrevistas, lo haría. Pero no puedo pedirles a nuestros seguidores que ofrezcan su tiempo y donen sus recursos si no tenemos un camino claro hacia la victoria. En consecuencia, hoy suspendo mi campaña”.
En términos reales, DeSantis efectivamente retornó a su autor la bandera del ultranacionalismo estadounidense que pretendió enarbolar.
A lo largo de su campaña, y en los meses que la precedieron, De Santis buscó polémicas en temas que fueron de la inclusividad de las políticas corporativas a cursos centrados en la diversidad, de la libertad de expresión en las universidades, a la situación de personas transgénero en baños y vestidores, e incluso el autogobierno de Mickey Mouse en Disneylandia.
El semanario Time comentó que "presentarse como intendente de las guerras culturales parecía una buena elección, hasta que dejó de serlo".
Al anunciar su retiro de la campaña presidencial, DeSantis expresó que "para mí está claro que la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle a Donald Trump otra oportunidad".
La candidatura de DeSantis y su pretensión de ser Trump sin las complicaciones lo llevaron a chocar de frente con Trump, que lo acusó de "traidor" al recordar que llegó a Gobernador gracias a su apoyo.
DeSantis buscó el domingo regresar al redil al expresar su apoyo a Trump y lanzarse contra la competidora restante, la ex embajadora estadounidense ante Naciones Unidas y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
“Tiene mi respaldo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño. Una forma reenvasada de corporativismo recalentado que representa Nikki Haley”, dijo DeSantis.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
EEZ