Como dicta la tradición en Pasadena, California, se disputó ayer la edición 2024 del famoso Rose Bowl. Sin embargo, contrario a la tradición en el pasado reciente, Alabama quedó eliminado (en el equivalente a las semifinales), después de caer 20-27 ante Michigan, en un partido cardiaco que se fue a tiempo extra.
Crimson Tide acechó su séptima final en las últimas 10 campañas del futbol americano colegial de Estados Unidos (National Collegiate Athletic Association).
No obstante, su rival encaminó el regreso en los últimos dos minutos del tiempo regular.
En la prórroga, completó la remontada, y aseguró su clasificación al Juego por el Campeonato, de la NCAA.
Los dirigidos por Nick Saban han consolidado una dinastía en el futbol americano colegial del país norteamericano, donde el deporte universitario es un fenómeno de tintes mayúsculos.
Con 18 títulos, son los terceros máximos ganadores en toda la historia, desde 1869.
Sin embargo, Michigan hizo valer su primera posición en la siembra, y reaccionó en el momento oportuno para concretar la victoria.
El conjunto del norte de Estados Unidos es el cuarto con más títulos, pero pretende alcanzar la gloria luego de casi tres décadas (1997) de sequía.
Después de empatar 20-20 al término del último cuarto, Michigan amarró el triunfo con una anotación de Blake Corum, con un acarreo de 17 yardas; el punto extra también fue efectivo.
Antes, Alabama casi gana el partido, con una jugada que casi terminó en un safety a favor; sin embargo, en esta ocasión no contaron con la suerte que suelen tener las franquicias campeonas.
El próximo lunes, Michigan puede romper el empate en campeonatos con Notre Dame y USC. Asimismo, terminar con una sequía de casi 30 años, de la mano de su entrenador en jefe, Jim Harbaugh, quien también disputó un Super Bowl, como head coach de de los 49ers de San Francisco.
PAL