El ataque a las cámaras de videovigilancia en Culiacán, Sinaloa, parece haberse convertido en un ritual para los pistoleros, quienes una vez más llevaron a cabo esta acción durante la festividad del Año Nuevo.
Con total impunidad, individuos armados se movilizaron por las calles de la capital sinaloense, disparando indiscriminadamente contra los equipos de vigilancia pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
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Según lo indicado por Víctor Antonio Cisneros Díaz, responsable del Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo e Inteligencia (C4i) de Sinaloa, al menos cinco camionetas con individuos armados fueron registradas por las cámaras antes del ataque.
"Detectamos cinco vehículos; en primera instancia, a las 11:56 y de manera secuencial y paralela, a las 12:00 de la noche, ya en otros puntos distribuidos, sobre todo en la zona sur del municipio. Fue allí donde nosotros visualizamos estos vehículos con personas armadas. En total, tenemos contabilizados 24 puntos de monitoreo. Recordemos que cada punto tiene de una a cuatro cámaras. En total, en este momento que estamos haciendo el levantamiento de la infraestructura dañada, tenemos contabilizados 49 equipos", precisó.
Las horas robadas por la delincuencia
Como ya es costumbre, las familias en Sinaloa buscan darse el abrazo del nuevo año antes de la medianoche, momento en el que saben que comenzará la peligrosa lluvia de balas. Al llegar el reloj a esa hora, el estruendo de los cuernos de chivo volvió a resonar, al igual que la pirotecnia, a pesar de su prohibición.
Aunque en esta ocasión no se ha informado sobre víctimas mortales por balas perdidas, se tiene conocimiento de al menos cuatro personas que resultaron alcanzadas por proyectiles, incluido el caso de un menor de 13 años que recibió un impacto en el hombro.
Iniciar el año en los servicios de emergencia no es algo que ninguna persona planee, son horas robadas por la delincuencia, por los pistoleros anónimos que, sin importar el llamado de las autoridades, vuelven a jalar en gatillo a media noche y desatar el terror desde el anonimato.
Pirtotecnia deja a un joven con quemaduras
Una vez más, Culiacán se vio envuelto en el inconfundible aroma de la pólvora procedente de la pirotecnia, a pesar de la prohibición de su uso, esta resonó en todas las colonias de la ciudad. El resultado preliminar es un joven de 27 años con quemaduras de segundo grado.
Aunque se habían advertido operativos para prohibir la venta de “cohetes” en un recorrido realizado por Heraldo de México por el bulevar Xicoténcatl y el sector Barrancos, se detectó vendedores de cebollitas y luces de bengala.
DRV