Los habitantes de la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, siguen recordando el día en que la tierra les arrebató la tranquilidad. Ya han pasado 6 años desde el sismo de magnitud 8.2 que el 7 de septiembre remeció Oaxaca y las cicatrices persisten.
Los edificios emblemáticos de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, no han sido restaurados; los avances son mínimos. La restauración del Palacio Municipal, construido el 26 de mayo de 1882, no ha concluido.
El Programa Nacional para la Reconstrucción destinó, en la primera etapa, 10 millones 700 mil pesos destinados para la colocación de un cerco de lámina, además del retiro del acabado y el apuntalamiento de la estructura.
En una segunda etapa, se destinaron 4 millones 200 mil pesos, que fueron usados en el reforzamiento de la cimentación y los muros, con la aplicación de acero. En últimas fechas, se ha anunciado el desembolso de 33 millones de pesos para este inmueble.
El edificio de Los Símbolos Patrios, que también era utilizado para las oficinas administrativas del Ayuntamiento, se encuentra en ruinas. El único trabajo que se ha hecho es el apuntalamiento de las estructuras, para evitar que colapse con los constantes temblores que hay en la ciudad.
Otro de los edificios históricos que sigue en proceso de reconstrucción es el templo católico de San Vicente Ferrer, donde inicialmente comenzaron los trabajos por la aportación de la Fundación Alfredo Harp Helú. Además, el gobierno Federal anunció que aportará 33 millones de pesos, para que se pueda avanzar.
“El principal centro ceremonial de la profesión de la fe católica ha sido de los que ha vivido un proceso más lento de reconstrucción”, dijo Héctor Pineda Santiago, creyente.
PAL