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CÚPULA

XX Bienal de fotografía 2023. No más mundos por conquistar

Como cada dos años, el certamen del Centro de la Imagen convoca y presenta un panorama del medio fotográfico mexicano.

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Arturo Vega y Daniel Ojeda

Como cada dos años, la Bienal de Fotografía del Centro de la Imagen convoca y presenta un panorama del medio fotográfico mexicano. No más mundos por conquistar es la muestra de esta edición, donde se agrupan 25 propuestas en seis campos temáticos, que no excluyen ni fragmentan, sino que proponen una ruta de navegación con cruces al interior de un conjunto heterogéneo.

El título proclama dos tipos de refutación: presagia un escenario en el que han sido agotados todos los mundos, de modo que ya no queda nada que tomar; y propone la cancelación de la “conquista” como forma de(co)habitar en nuestro pequeño planeta. Los trabajos que se presentan fluctúan entre ambos registros: un sollozo de luto prolongado y el murmullo de un posible porvenir sorprendente.

VESTIGIOS

Este conjunto de obras visibiliza la vertiginosa y violenta lógica urbana de desarrollo y reemplazo a partir de rastros materiales. 

Como el proyecto El agua era salvaje, Eunice Adorno documenta magnas infraestructuras hídricas diseminadas por el país, que fueron declaradas obsoletas. En contraste, encontramos que el actual municipio de Nezahualcóyotl pasó de ser un pantano con asentamientos informales a un destino más para la gentrificación metropolitana, como muestra Ciudad palimpsesto de Eugenia Ramírez. 

Manolo Márquez documenta en Ciudad calendario los sitios de la megalópolis que corresponden al calendario de fechas que nombran las calles y marcan conmemoraciones. Arlette Ramos Alatorre examina en Un vaporazo los baños públicos de la Ciudad de México que en los años 70 era común visitar y que hoy son escasos. Este mismo efecto de desaparición es evocado por Eduardo Jiménez Román en Bluz V, a través de fotografías y objetos que rescató de una fábrica refresquera –de la que fue empleado– durante su progresivo cierre. 

MANUFACTURAS

La tecnificación de las industrias ha desdibujado el concepto de trabajo como una experiencia hecha cuerpo. Desde tres perspectivas distintas, estos proyectos convocan a una reflexión sobre dicho borramiento: Las imágenes de Gin Ro describen, en Oro rojo, el cultivo artesanal de la grana cochinilla y la transmisión de este conocimiento de generación en generación. Benjamín Alcántara captura en Sísifo el esfuerzo físico implicado en desbastar montañas de cantera en México. Mientras que el testimonio en primera persona de una jornada de trabajo como obrera hila la secuencia de imágenes de Bibian Trinidad en 9 h 16 min. 

CONTRAMEMORIALES

Las imágenes en esta sección evidencian gestos civiles, colectivos y personales para enunciar ausencias: En el muro metálico que protege Palacio Nacional cada 8 de marzo se han inscrito los nombres de miles de personas —principalmente mujeres— y el acontecimiento de su desaparición, como compendia el fotocollage de Anaí Tirado Miranda en Contra el olvido, las nombramos. El proyecto fotográfico Tratar de hacer contacto de Nancy Chávez ejemplifica una de estas pérdidas y captura el momento en que la desaparición de su hermana marcó física y mentalmente a su familia. 

Rodrigo Hernández articula en El sendero del fuego otro tipo de memorial para las personas que murieron en Tlahuelilpan por la explosión de una toma expuesta, en el contexto del robo de hidrocarburos. Con su intervención gráfica a postales de monumentos históricos, convertidos en puntos turísticos de Morelia, en No heredaremos la tierra Marco López Valenzuela cuestiona las imposiciones históricas que ejercen esos sitios en ciudades coloniales. 

ENSORTIJAMIENTOS

Las obras en este campo examinan la condición de artefacto de las tecnologías vinculadas a la evolución de la fotografía y su función como dispositivo: Rigoberto Díaz Julián sublima su erotismo al recorrer, a través de su lente, la escultura del David de la Plaza Río de Janeiro. Carolina Magis Weinberg, en Nieve/Lluvia realiza una animación en donde sucede el drama de una tormenta y una nevada digital. 

Pamela Zeferino identifica, recopila y categoriza una suerte de tropo en Espejos: la evasión del reflejo con el registro de espejos de segunda mano. Elizabeth Vinck utiliza el método artesanal del daguerrotipo, en Siglo XXI, para encapsular escenas de catástrofes de este milenio. Otra paradoja de temporalidades ocupa los retratos generados mediante inteligencia artificial por Rogelio Séptimo en Exhumar la memoria, proyecto donde se da a la tarea de construir un archivo familiar inexistente. 

CUERPOS QUE IMPORTAN

Los proyectos aquí reunidos nos obligan a reflexionar sobre la complejidad de los trances migratorios a través del tiempo.

En Anatómica, Carol Espíndola realiza fotomontajes en los que su cuerpo confronta y desafía la mirada eurocéntrica y los relatos evolucionistas. En El nacimiento de los negros Carolina Fuentes documenta el pueblo mascogo, un grupo afrosemínola asentado en Coahuila desde 1952. En contraste, Alejandro Cossío registra en Niños migrantes un momento de recreación entre niños centroamericanos varados en campamentos informales de Tijuana. Alejandro Luperca Morales examina en NASA / RAZA cruces fronterizos y deportaciones a México mediante imágenes de las cámaras de tráfico colocadas en puentes de Ciudad Juárez, Chihuahua/El Paso, Texas. 

MULTIESPECIES 

Encontramos proyectos que interpelan los actos domesticadores hacia las entidades vivas, a las que sitúan como protagonistas: A través de una metáfora visual Alejandra Rajal describe en El futuro es verde la ambigüedad de las leyes mexicanas sobre el cultivo y consumo de marihuana. Fernando Montiel Klint muestra constelaciones de microorganismos, flores, animales domesticados, personas y objetos en El anfibio dorado. A través de retratos de la vaca M, Patrick López Jaimes cuestiona la relación con especies explotadas, al igual que Brenda Moreno con los caballos.

Por Carmen Cebreros Urzaiz y Centro de la Imagen

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