ARTES

Diego Rivera en viñetas

Después de aparecer en inglés, el cómic ‘Diego Rivera’ de José Luis Pescador y Francisco de la Mora llega a México para contar la vida del muralista mexicano

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Cortesía Grijalbo

El pequeño Diego todavía no tiene 6 años, inquieto como todos los niños, trepa un mueble de su casa en Guanajuato y garabatea los muros. El dibujante José Luis Pescador (CDMX, 1979) ha querido jugar con la idea de una inquieta criatura que de alguna manera prefigura su futuro como uno de los principales muralistas mexicanos. Vivaz, observador, atrás de un padre periodista que lucha contra el conservadurismo de una ciudad provinciana de fines del siglo XIX, así es el Diego Rivera en la infancia que Pescador, junto con el guionista Francisco de la Mora (CDMX, 1978), presentan por primera vez en cómic.

A la manera de otras duplas del género como Uderzo y Goscinny (creador del mítico Astérix), De la Mora y Pescador, han desplegado su maestría para embarcarse en una tarea titánica: llevar a las viñetas la trepidante y apasionante vida del pintor mexicano. “Nos tardamos seis años en realizar el cómic de Diego Rivera y quisimos hacerlo retomando su estética, a través de acuarelas”, dice el ilustrador. Aparecido primero en inglés en Reino Unido, “Diego Rivera” llega ahora a México bajo el sello Grijalbo.

Si bien el cómic arranca en el lecho de muerte del muralista, quien se reencuentra con la imagen de Frida Kahlo, el trabajo está enteramente dedicado a Diego. “Rivera, de alguna manera,  también hacía cómic porque los murales son historias completas, nosotros quisimos recrear a su vez la historia de Diego Rivera como si fuera un espejo ahora retratando su vida que además tiene mucho de mítico y de fabuloso porque es un hombre mitómano que se crea a sí mismo una imagen”.

De esta manera, los autores van eligiendo episodios de la vida del muralista que les parecen trascendentales en la creación del artista. Cada viñeta es una acuarela que va mutando en diferentes estilos de acuerdo con el momento que vive Rivera: el estilo de José Guadalupe Posada, de José María Velasco o del propio muralismo: una impresionante y detallada lámina a cuatro páginas se despliega para recrear, por ejemplo, el mural del arco central de Palacio Nacional.  

“Diego era un rebelde en todo el sentido de la palabra, pero creo que su rebeldía política fue la menos importante desde mi punto de vista; políticamente fue un hombre 100 por ciento de su época, un convencido del comunismo, pero creo que su rebeldía más importante está en lo artístico. El muralismo que inició con Rivera, que permeó la escuela norteamericana de la segunda mitad del siglo XX y también la pintura europea, creo que esa es su verdadera revolución, su legado, recuperar los muros para hacer pintura”, señala De la Mora.
 

  • En el cómica aparece la relación de Rivera con artistas como Picasso, Modigliani, Braque o Gris
  • La edición mexicana va acompañada de una línea del tiempo que ubica los diferentes acontecimientos
  • El título culmina con un encuentro simbólico entre Diego Rivera Y Frida Kahlo, tras la muerte de la pintora

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