SERGIO PÉREZ HERNÁNDEZ

Sergio Pérez, un mexicano resiliente sobre las pistas

Don Antonio, padre de Checo, destaca la fortaleza de su hijo para librar los obstáculos que le pone la vida

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Cortesía

Pese a que la fortuna no va de la mano con Sergio Pérez en esta temporada, su padre Antonio sabe que la trayectoria del piloto tapatío está llena de obstáculos y, contra todo, su hijo sale avante.

Aun con malas clasificaciones, y actualizaciones del monoplaza, Checo suma dos victorias, tras 13 carreras en la campaña, para ocupar el segundo sitio con Red Bull. En el ciclo pasado, con el mismo número de pruebas, tenía sólo un triunfo.

“Él ha desarrollado su forma mental y de pensar en la vida, con base en muchos golpes”, describió Pérez Garibay.

“A los 14 años se fue a vivir a Alemania, sin boleto de regreso, con 500 dólares en la bolsa. Vivió en un restaurante, trabajó de mesero y hacía postres, es decir, la pasó muy difícil, por eso es el Checo que es”, recordó.

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Tras probar suerte en competiciones europeas, en 2011 el tapatío debutó en El Gran Circo. Su esfuerzo se recompensó al llegar a Red Bull (2021), donde el año pasado se convirtió en el primer mexicano, al término de un campeonato del mundo, en quedar dentro del top tres.

Sus seis victorias en la F1 eliminaron el trago amargo de hace dos décadas, cuando fue vetado del automovilismo nacional, por un accidente en karting.

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“Lo hicieron llorar”, narró don Antonio. “Fue despedido de su país, cuando había quedado primero en el Autódromo Hermanos Rodríguez, en go karts. Por temas políticos y gente poderosa, lo corrieron”, agregó.

Tras los 248 GP’s de su hijo en F1, no titubea al enumerar sus virtudes: “Detecta muy bien, desde el asiento, la puesta de los neumáticos, la lluvia y el auto”. Este fin de semana, Checo encara el Gran Premio de Italia, donde busca su tercera victoria de la temporada.

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