Con la finalidad de legitimar la danza contemporánea y brindar exposición a compañías, coreógrafos y bailarines del mundo que con su creatividad, técnicas, inquietudes y sueños forjan caminos y un legado dentro de la disciplina, se lleva a cabo la octava edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Ciudad de México (FIDCDMX), del cuatro al ocho de agosto, en diversos espacios culturales de la capital.
En entrevista, Rodrigo González y Raúl Tamez, bailarines, coreógrafos y directores de este encuentro, indicaron que este año habrá 17 compañías nacionales e internacionales con propuestas que reflexionan sobre la cultura, la identidad, la existencia, la naturaleza y la diversidad.
González, también director de La Infinita Compañía, destacó la participación de compañías como Teatr A Part (Polonia), Tangaj Collective & Action At A Distance (Rumania y Canadá); así como los duetos Béatrice Larrivée (Canadá / Israel) y Sara Colomino & Gisela de Paz Solmas (España), que abordan temas como la lucha de las mujeres, la corporalidad, la feminidad y los estereotipos que, muchas veces, marcan a las mujeres.
Por su parte, Tamez, quien recientemente colaboró con la Limón Dance Company explicó que la compañía Pseudónimo (Chile) presenta una propuesta relacionada con la existencia, mientras que Margot Gelbert & Dancers (Estados Unidos) reflexiona sobre el aislamiento, la adicción y el rechazo; Proper Motion (Australia) basa su pieza en la cosmogonía huichol para resaltar la importancia de la conexión entre lo espiritual y la tierra; mientras que Lola Lince (México) evoca el tema de las migraciones.
Respecto a su obra Madre Migrante, que se presenta el cinco de agosto en el Palacio de Bellas Artes, a las 17:00 y 20:00 horas, con la Limón Dance Company, Tamez explicó que es una respuesta a Tonantzintla, pieza que José Limón estrenó en 1951.
“Quise que mi pieza no fuera festiva, sino que más bien hablará de este proceso tan agónico y tan doloroso que vivió la gente de Tonantzintla. Explica la marginación que provocó el dominio simbólico de la colonización, pero hacia la mitad la obra se abre a la esperanza y resalta el misticismo y la riqueza cultural de nuestro país”, detalló.
Finalmente, sobre el poder de la danza contemporánea, ambos creadores coincidieron en que realizar un festival de esta naturaleza es un acto revolucionario que cada vez va ganando más audiencia.
“Se están haciendo grandes esfuerzos por resignificar muchos temas que ayudan a diluir la idea de que la danza es sólo para las mujeres, por tanto, existe una mayor diversificación de quienes se acercan”, dijo Tamez, quien resaltó que el encuentro tiene un “público cada vez más cautivo”.
Sobre los lugares en los que se presentan las compañías, González detalló que se trata de recintos como el Palacio de Bellas Artes, el Teatro Raúl Flores Canelo, el Faro COSMOS, el Centro Cultural de España en México, el Salón de la Danza, de la UNAM y el Teatro de la Danza del INBAL.
LSN