ARTES

Llevan al ballet la visión femenina del amor, la ruptura y la colectividad

La Compañía Nacional de Danza (CND) regresa al Palacio de Bellas Artes con un programa dirigido por mujeres, el que también exploran temas como la melancolía y lo surreal, a partir del Concierto para violín de Chaikovski

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Cortesía CND

Inspiradas en el primero, segundo y tercer movimiento del único concierto que Chaikovski escribió para violín en 1878, las coreógrafas Yazmín Barragán, Rosario Murillo y Sonia Jiménez crearon las obras dancísticas que forman parte de la nueva temporada de la Compañía Nacional de Danza (CND), en el Palacio de Bellas Artes, el 27,29 y 30 de agosto y el 3 de septiembre.

En palabras de Jiménez, “se trata de una coincidencia que las piezas ocurran bajo la dirección únicamente de mujeres”, sin embargo, agradeció que sucedan este tipo de encuentros que permiten explorar el pensamiento femenino.

“Las coreografías evocan la melancolía, el amor que no fue y la colectividad, sentimientos que aluden a la ruptura amorosa que atravesó el compositor ruso con su esposa; asimismo, existe una una cuarta pieza que se titula L.E.O. El espacio onírico, de Irina Marcano, en la que explora el universo onírico de Leonora Carrington”, explicó la también bailarina.

El llamado“Concierto para violín (Barragán • Murillo • Jiménez) - L.E.O. El espacio onírico (Marcano)” se conforma por cuatro obras en las que el violín y el arpa son los instrumentos que guían cada uno de los movimientos coreográficos. En el programa participan la violinista solista Angélica Olivo y la arpista principal Janet Paulus, bajo la dirección de la chilena Alejandra Urrutia.

Respecto a las posibilidades que existen en el país para que una mujer desarrolle una carrera como bailarina y coreógrafa, Sonia Jiménez explicó que, en su experiencia, los concursos internos son una forma de incentivar la creación coreográfica y resaltó que dentro de la CND las oportunidades están abiertas tanto para hombres como para mujeres, ya que todo “depende de las propias capacidades”.

En tanto si la danza se ve rebasada por el estilo neoclásico, la mexicana explicó que aunque “cada quien va generando su propio lenguaje, la base es la danza clásica, pues en lo contemporáneo permite más movimientos y estructuras que permiten arriesgarse a la hora de crear”.

“Se piensa que los bailarines de la danza clásica sólo nos fortalecemos de las propuestas que nos llegan de otros países, pero la realidad es que nos nutrimos en gran medida de la diversidad de los ritmos latinos, la danza folklórica mexicana y de las culturas en general”, contó.

En el “Concierto para violín (Barragán • Murillo • Jiménez) - L.E.O. El espacio onírico (Marcano)” participan más de 50 bailarines, quienes alternan entre funciones.

  • L.E.O. toma como punto de partida el "Concierto para arpa" del compositor argentino Alberto Ginastera.
  • La pieza de Irina Marcano cuenta con un vestuario que alude a las esculturas y máscaras que la artista Leonora Carrington creó en México, en los últimos años de su vida.
  • El Primer y Segundo movimiento de las creadoras mexicanas Yazmín Barragán y Rosario Murillo son obras que se estrenaron por separado en 2019 y 2020. 
  • La CND presenta por primera vez al público el tercer movimiento creado por la también poeta Sonia Jiménez.

PAL