INVASIÓN A UCRANIA

"Perdí la tranquilidad y tengo miedo": Alla Martynova, profesora ucraniana que decidió quedarse en Kiev

Actualmente, la ucraniana enseña el idioma español. Dijo a este medio que decidió quedarse en Kiev para apoyar la liberación de su país, pese al peligro al que se enfrenta

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Especial

El próximo jueves se cumplen 18 meses de que inició la invasión de Rusia a Ucrania, Alla Martynova, profesora ucraniana que enseña el idioma español, decidió quedarse en Kiev –a pesar de tener la oportunidad de viajar al extranjero–, para apoyar la liberación de su país, aunque reconoce que tiene mucho miedo.

La maestra, que profesa un amor por el Español, dijo para El Heraldo de México que "perdí la tranquilidad, perdí la calma y tengo mucho miedo, porque por la noche podemos tener ataques de misiles y de drones. Cuando suena la sirena hay que salir de la cama y de la casa".

Martynova puntualizó, es verdad: "tengo una mochila cerca de mi cama con documentos, una botella de agua, una barra de chocolate y galletas para salir de casa en caso de ser necesario. Aunque no se sabe si vas a volver a ella".

La entrevistada contó que para ella la guerra inició en 2014. "Algo pasaba, pero no podía darme cuenta de lo que sucedía, unos meses después comenzó esta locura, la agresión rusa, eso fue la guerra, no la guerra civil como a veces nos dicen los rusos y algunos extranjeros".

"Ví con mis propios ojos –viviendo en ese entonces en Lugansk–, la llegada de los tanques y soldados rusos", recordó.

Dice que hoy uno de los mayores retos que enfrenta es "soportar el miedo que tengo por dentro, pero no sólo soportarlo sino superarlo y vivir".

"Escucho las noticias y viendo algunos videos de nuestros soldados en la línea del frente, en qué condiciones luchan, lo que soportan y viven, entonces entiendo que mi vida no es nada en comparación", enfatizó.

Destacó que los ucranianos tienen que hallar las fuerzas para vivir, para luchar en su país, ¿de qué manera? "Donando al Ejército, ayudando, trabajando –aunque me jubilé en 2014–, sigo laborando para donar. Todos mis amigos unos más que otros, pero todos aportan para mantener a nuestras Fuerzas Armadas".

"Me gustó una idea que dijeron mis amigos: Nuestro pueblo cree más en las Fuerzas Armadas de Ucrania que el Papa de Roma cree en Dios, por eso confiamos en nuestra victoria", dijo con seguridad.

Aclaró que en este momento en Kiev tienen todo lo necesario para su vida cotidiana, supermercados, transporte, luz eléctrica, pero recordó que en el invierno y otoño pasados no tenían esos servicios. 

A la pregunta de qué extraña de su anterior vida: Tomó un momento, suspiró y dijo: "la vida tranquila y los viajes, antes podía viajar mucho a España y a otras partes de Europa", aunque lamentó que todavía no ha podido visitar América Latina.

Explicó que dejó su ciudad Lugansk donde tenía su casa y sus amigos. Cuando comenzó la agresión en 2014 "decidí abandonar todo porque entendía que vivir bajo el poder ruso es imposible. No quiero vivir en Rusia, quiero vivir en mi propia patria".

Señaló que ella como profesora estaría obligada a realizar trabajo ideológico y "no iba hacerlo. Por eso me trasladé a Kiev". Destacó que ellos no son racistas, por ejemplo" nuestro presidente (Volodímir Zelenski) no es ucraniano, según su nacionalidad, y no pasa nada". 

"Le digo al pueblo mexicano que necesitamos su apoyo. Para vencer a nuestro enemigo". 

PAL