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INCANSABLE

Atlantis celebra 40 años de carrera en la Basílica de Guadalupe

“No tengo palabras, ni cómo pagarles tanto”, mencionó El Ídolo de los Niños, conmovido hasta el llanto. “Tan fuerte y tan llorón, ¿verdad?”, bromeó

EDICIÓN IMPRESA

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Su nombre es la unión de Atlante (el rey) y Atlantic (modelo de carro). Créditos: Daniel Ojeda

Sobre la calle, un admirador de Atlantis le dio una bella muestra de afecto, que representó la gratitud de toda una generación: “Gracias por ser parte de mi infancia”. Fue un grito que resumió los 40 años de carrera del luchador, que se convirtió en El Ídolo de los Niños, y quien ayer visitó la Basílica de Guadalupe, para agradecer su periplo en el ring.

Fue el 11 de julio de 1983 cuando debutó en la Arena México. Desde entonces, ya ganó títulos en peso medio y semicompleto, campeonatos mundiales en parejas y tercias, nueve máscaras, además de protagonizar tres películas y hacer más de 40 viajes a Japón, Centroamérica, Europa y EU, donde dio cátedra.

“Gracias a Dios estoy sano y con fuerza. He luchado contra tres generaciones de colegas sobre el ring”, dijo el gladiador, acompañado de su hijo Atlantis Jr., rumbo al recinto religioso, sobre un turibús, que permitió que niños y adultos lo vitorearan, portando playeras, máscaras y peluches de su héroe.

Ganó la tapa de Villano III, Mano Negra y Último Guerrero, entre otros. Foto: Daniel Ojeda 

Después de recibir la bendición frente la imagen de la Virgen de Guadalupe, el sacerdote destacó la trayectoria del enmascarado: “La misa de hoy va dedicada a Atlantis, que viene a dar gracias por su carrera, pero no olvidemos que hemos sido pecadores”, dijo. “En nuestra vida habrá bondad, pero también maldad; habrá luz, pero también tinieblas”, agregó.

Con pesar, Abraham, de 39 años, y fan del gladiador, recordó: “No podía creer cuando se hizo rudo, con su máscara negra; pero pienso que es parte del discurso de la vida, no siempre puedes ser bueno, a veces te toca ser el villano”.

Atlantis visitó la Basílica de Guadalupe, para agradecer su periplo en el rin. Foto: Daniel Ojeda

En las porras se fundieron las voces de niños, sus padres y personas de la tercera edad. Los gritos le expresaron cariño, respeto y apoyo, con el azul y blanco marcando el paso del ídolo a lo largo de cuatro décadas.

“Que nunca se pierda la gratitud, con Dios, el prójimo, el público”, dijo el padre, y Atlantis, con humildad, atendió a cada uno de sus seguidores: “No tengo palabras ni cómo pagarles tanto”, mencionó, conmovido hasta el llanto. “Tan fuerte y tan llorón, ¿verdad?”, bromeó.

Hoy, arranca la trilogía de peleas del 40 aniversario de Atlantis, primero en la Arena México; el próximo lunes se presenta en Puebla, y cierra el martes en la Arena Coliseo de Guadalajara, su tierra natal.

Como su más preciado secreto, el ídolo guardó celosamente sus peticiones a la Virgen Morena, quien velará por el bien del gladiador, tal y como él lo ha hecho en el imaginario colectivo de chicos y grandes, durante 40 años, como un héroe arriba del ring.

 

LSN