REDUCEN DELITOS

Los binomios caninos en los penales reducen la posibilidad de que se cometan ilícitos

Se compenetran perros y policías para inhibir delitos y detectar materiales prohibidos

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Especial

Los binomios caninos que trabajan en la revisión de los centros penitenciarios reducen la posibilidad de que se cometan ilícitos.

El entrenamiento es constante y se busca sacar cada vez más provecho de las bondades que tiene este tipo de vigilancia con los canes. En entidades como Michoacán, Querétaro, Puebla y el Estado de México, este tipo de estrategia ha funcionado para inhibir delitos y detectar materiales prohibidos.

En Puebla son 20 los binomios caninos que trabajan en penales. Es más que un trabajo de entrenamiento de un can; se trata de una compenetración que permite al manejador y su animal contar con los elementos para realizar el trabajo de búsqueda y vigilancia, por lo que la convivencia es parte fundamental para lograr el entendimiento que permita obtener resultados favorables en la protección de personas, dijo Geovanni Huerta, coordinador de la unidad canina de la Policía Estatal.

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Hace poco dos binomios fueron reconocidos por la Fundación Canófila Mexicana gracias a su desempeño en la detección de elementos prohibidos en las cárceles.

“Cuidamos los derechos humanos de los internos, pero también el bienestar de los animales, porque son más que herramientas de trabajo”, dijo.

Katy Wendolyne Camarillo, manejadora de Tory, un pastor belga malinois, dijo sentirse orgullosa por poder compenetrarse con el can, porque se requiere de una comunicación que va más allá de los entrenamientos, y con eso han obtenido buenos resultados.

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“Yo creo que hay que crear un vínculo para poder trabajar muy bien, por lo que se entrena 15 minutos 3 veces al día” a fin de que puedan obtener los mejores resultados para la búsqueda de elementos prohibidos en centros de reclusión, señaló.

En tanto, Eder Ibáñez, manejador de César, un pastor belga malinois de 2 años de edad, la compaginación entre ambos debe llevar un trabajo constante; “se hace un trabajo de conocimiento y por la aptitud de cada animal se van integrando en células de trabajo”, mencionó.

Los animales realizan búsquedas de artículos explosivos, drogas y armas, y una vez que detectan los elementos prohibidos se paran en seco, no ladran sino que se quedan inmóviles, lo que marca una diferencia con los perros de rescate, que es a través del ladrido como dan a conocer que lograron el objetivo.

Empero, el proceso de entrenamiento es similar, pues al obtener el resultado esperado, reciben una recompensa que por lo regular es su juguete favorito, con el que de manera habitual son entrenados.

PAL