De enero a abril de este año, los ingresos presupuestarios resultaron inferiores a lo programado, con una diferencia de 156 mil millones de pesos, hecho que preocupa pues “surgen rasgos de insostenibilidad de las fuentes de ingresos”, según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis sobre el Informe de Finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el CEESP observó resultados mixtos, pues sólo en abril, los ingresos públicos aumentaron 4.5 por ciento, mientras que en el acumulado enero-abril, se reportó una disminución de 3.1 por ciento, lo cual en su opinión “representa un riesgo fiscal”.
Los analistas del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) reconocen que los ingresos tributarios han mantenido un buen comportamiento, pues aumentaron 2.6 por ciento en los primeros cuatro meses del año, resultado del aumento de la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que fue de 3.8 por ciento y que se dio por la ampliación del plazo para la presentación de la declaración anual de las personas morales.
En los ingresos tributarios, también ayudó a las finanzas públicas, la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se incrementó en el primer cuatrimestre 27.7 por ciento, por la disminución en los estímulos a los combustibles.
En contraste, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) reportó una baja de 3.4 por ciento de enero a abril “lo que sugiere que el consumo no acaba de recuperarse sólidamente”.
Según el análisis del Centro de Estudios, “a excepción del ISR la recaudación de los demás rubros de impuestos ha sido menor a lo originalmente programado”. Además, consideró que “el gasto público también ha sido poco dinámico, coadyuvando a que el déficit no se altere significativamente”.
Y es que el gasto acumulado en los primeros cuatro meses del año, fue 2.1 por ciento menor al del año pasado. Igual que el gasto programable cayó 8.1 por ciento, en buena medida por la caída de 24.8 por ciento en el gasto en salud y 7.6 por ciento en educación.
Incluso apuntó que el gasto en entidades que concentran los programas insignia del gobierno reportó bajas en ese cuatrimestre. Así como el gasto en Trabajo y Previsión Social disminuyó a una tasa anual real de 39.9 por ciento; el de Energía 66 por ciento, Turismo 50.8 por ciento y Bienestar 1.7 por ciento.
Por su parte, el costo del servicio de la deuda pública creció significativamente en los primeros cuatro meses del año, en 52.3 por ciento.
El CEESP concluye que, “aún cuando las finanzas públicas arrojan resultados adecuados en un sentido estático, apuntan a la formación de riesgos a futuro. Ello por una aparente debilidad de ingresos fiscales recurrentes, una contracción del gasto que puede ser insostenible, más aún en los tiempos políticos que se aproximan, y el pronunciado crecimiento del costo financiero de la deuda pública”.
PAL