FEMINISMO

Proponen un diálogo con el feminismo histórico

La historiadora Ana Sofía Rodríguez y la antropóloga Marta Lamas reunieron en Lo personal es político (Lumen) las reflexiones del movimiento feminista mexicano de principios de los años 70

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Fotos: Especial

En mayo de 1971 miles de mujeres realizaron una acción de protesta alrededor de la maternidad como destino. A principios de 1974, el grupo se escindió y la mayor parte de sus integrantes formaron el Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM) con la intención explícita de identificarse con la corriente internacional que pugnaba por la liberación de la mujer. La historiadora Ana Sofía Rodríguez y la antropóloga Marta Lamas reunieron en Lo personal es político (Lumen) las reflexiones feministas de los años 70 con el objetivo de encontrar puntos de encuentro e ideas que ayuden a comprender, entre otras cosas, que la organización es el centro de la búsqueda de bienes comunes.

El libro tiene 17 textos de autoras cercanas al Movimiento de Liberación de la Mujer, con excepción de Carlos Monsiváis, uno de los más longevos y más interesantes debido a su origen universitario y a su cercanía con el pensamiento de izquierda, así como por la agenda que construyeron, su organización y su relación con otras corrientes del feminismo.

“Lo que queríamos era rescatar su historia, primero, con la intención de motivar el diálogo intergeneracional para que las feministas actuales encuentren enclaves para interpretar el presente e ideas para retomar en la agenda”, dice Rodríguez.

Las preocupaciones de hace 50 años ya no están en la primera línea de las mujeres de nuestro tiempo, sin embargo, añade, muchos temas siguen siendo permitentes y pueden funcionar como articuladores del feminismo que hoy es más popular y masivo de lo que fue en los años 70. Pero advierte que la masificación está diluyendo la unión.

“Lo que podemos observar es que en los 70 hay una serie de reflexiones sobre las condiciones económicas que sostienen y reproducen la opresión de las mujeres, por eso se luchó por la ampliación de los derechos laborales y en contra de los modos de explotación. No estaría mal que este tema lo retomemos desde las inquietudes que hoy nos aquejan”, indica la historiadora.

Créditos: (Especial)

La consigna del feminismo de mitad del siglo XX tenía que ver con la conquista de lo público, por ejemplo, el derecho al voto; pero en los 70 las mujeres advierten que la desigualdad está también en lo doméstico, pues en ellas recae el cuidado del hogar. “Muchos de los textos reflexionan sobre lo que significa ser mujer y sobre nuestra socialización y participación pública, hablan de los accesos a los espacios de poder, de derechos laborales, es decir, hay una gran mezcla de realidades”, explica.

Y agrega: “La violencia se hizo más pública, pero también se ha exacerbado, y hay un reclamo compartido de las mujeres de hoy que tiene que ver con que no queremos ya más violencia. Si bien es un reclamo que se convirtió en agenda pública, no se están atacando los problemas de raíz y se ha quedado en lo punitivo, y los problemas estructurales como la precarización no están siendo discutidos. No basta que los violentadores sean encarcelados, se necesita de reflexiones más profundas”, dice.

En este sentido, en Lo personal también es político hay ensayos que hacen una crítica al capitalismo y advierten que la desigualdad entre hombres y mujeres propician la explotación qua afecta principalmente a las mujeres, de manera que hay que retomar y actualizar estas ideas, porque muchas de ellas plantean un país más justo para hombres y para mujeres.

Una de las cosas que apuntan al corazón es que podemos comprender cómo ellas se organizaron en grupos articulados. “Los grupos crecieron tanto que se unieron en un frente, en este sentido hoy nos enfrentamos a algo similar. Es decir, entonces y ahora ha habido divisiones, pero entonces se pudieron aprovechar las coincidencias y lucharon por ello; nosotras podríamos hacer lo mismo, de pronto parecemos huérfanas de agenda, pero estamos en una coyuntura muy interesante porque todo apunta que el próximo año tendremos a la primera mujer en la presidencia y estamos frente a una gran oportunidad para ponernos de acuerdo en temas específicos, uno de ellos podría ser el Sistema Nacional de Cuidados que ha quedado pendiente y nos atraviesa a todos los que conformamos una sociedad. Temas que nos unan no nos harán falta”, cierra.

Por Alida Piñón

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