ESTADO DE MÉXICO

Arropan piñatas con rebozos en el Edomex

Mujeres artesanas crearon estos artículos decembrinos que se venden en 6 estados

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Gerardo García

La Navidad ahora puede tener un rostro más mexicano a partir de que al ser Tenancingo cuna del rebozo, manos artesanas crearon una nueva versión de la piñata mexiquense, pues retomaron partes de estas prendas textiles icónicas.

A diferencia de las piñatas tradicionales, estas piezas son decorativas y ornamentales, aunque hay una variante a la que se puede rellenar con dulces. Sus costos van desde los 150 pesos hasta los más de 800 pesos.

Hay de color rojo, verde, azul, gris y multicolor, y desde el tamaño miniatura que puede sustituir a las esferas para los arbolitos de Navidad, hasta las de tamaño estándar que harán de los hogares los más originales.

Las piñatas de rebozo ya llegaron a Baja California, Monterrey, Nuevo León, Chihuahua, Puebla y Querétaro, además de Toluca.

Detrás de la piñata de rebozo están artesanas tenancinguenses que han formado el primer colectivo Arte Tenancingo, y que desde hace tres años innovaron con esta artesanía 100 por ciento de algodón, que es parte de la cultura y tradición mexicana.

Desde su local en el centro de Tenancingo, María de los Ángeles Ortega Cruz y Yolanda Legorreta Vara, forman una a una las piñatas de rebozo desde hace dos meses. Su destreza con el pegamento y la paciencia han sido puestos a prueba al unir esferas de unicel y los siete picos, que representan los pecados capitales.

Una vez superada esta prueba, ambas retoman los trozos del rebozo para forrar cada pieza, que implica otro proceso más laborioso, pero que ha valido la pena al tener éxito en esta innovación en su primer año.

En entrevista, Ortega Cruz resaltó que buscan crear nuevas piezas con el lienzo de tela de rebozo y con un uso distinto que sea decorativo u ornamental, por lo que para para arreglar su local crearon esta piñata sólo como ornamento, pero el éxito fue tan grande que empezaron a tener pedidos de estas piezas por sus clientes.

“De hecho, nosotras no desperdiciamos nada del rebozo, todo se va juntando y se va transformando porque muchas veces queda retacería de hacer otros cortes y siento que eso es lo complicado al momento de diseñar”, manifestó Ortega Cruz.

Su trabajo llega a tal punto que toda la retacería se convierte en artesanía única y una oportunidad de diseñar.

En tanto, Legorreta Vara contó que el proceso de creación pasó de sólo hacer esferas a definirlas como piñatas, gracias a su imaginación. Admitió que en cada pieza vendida, hay felicidad porque saben que les gustó a sus clientes esta innovación.

“Lo que me entusiasma es que a la gente le gustó esta idea igual que a nosotras y ha tenido mucha aceptación… Agradecemos a la gente que le guste el trabajo que estamos haciendo”, expresó.

El colectivo Arte Tenancingo le compra la tela de algodón a los maestros reboceros, por lo que la derrama económica se queda en la región.

Datos:

  • De 10, 15 y 30 cm los tamaños
  • De 120 a 850 pesos su costo
  • El Colectivo Arte Tenancingo está conformado por nueve artesanos, la mayoría mujeres, que ofrecen artesanías de piel o madera; bebidas como mezcal y licores; y conservas

PAL