México se está convirtiendo cada vez más en un país de destino de personas migrantes internacionales. Entre 2000 y 2020, la población inmigrante aumentó 123 por ciento, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
No obstante, las autoridades y organismos internacionales trabajan para que el proceso migratorio sea cada vez más regular y ordenado.
“Los recursos con los que cuentan estas personas son limitados, por lo cual este proceso de regularización migratoria con fin laboral es al final imposible. Por lo que proponemos y estamos trabajando con el gobierno mexicano para encontrar precisamente esas vías de regularización con fin laboral fáciles de acceder que no sean impositivas, cuyos costos sean realistas, tanto para el empleador como para la persona de poder pagar, y así estar de manera regular en Mexico”, explicó Daniela Martínez, especialista Senior de la Unidad de Migración Laboral de la OIM.
Entre estos flujos se encuentra un gran número de mujeres (incluidas embarazadas y lactantes), niñas, niños, y adolescentes, y otras poblaciones que enfrentan situaciones de vulnerabilidad.
Martínez informó para Mente Mujer que la distribución de inmigrantes –2020– en México es de 50 por ciento hombres y 50 por ciento mujeres, una tendencia que no ha cambiado en los últimos 20 años, pero sí se ha transformado desde los años 70.
Para la experta, en México existe un panorama positivo para los migrantes que buscan integrarse socioeconómicamente en el país, debido a que en las últimas décadas se ha presenciado un crecimiento económico de distintos sectores y de diversas regiones.
Asimismo, destacó que uno de los beneficios es que las mujeres migrantes internacionales tienen muy buenas perspectivas de crear empresas y sus propios emprendimientos, lo cual también genera empleos no sólo para ellas sino también para los mexicanos.
“La migración no sólo de la mujer, sino del hombre, viene a ofrecer una oportunidad a la economía mexicana de seguir creciendo. Esta brecha en la mano de obra (…) puede ser llenada de la presencia de personas trabajadoras migrantes que vienen con sus debilidades, competencias, conocimientos y otros lenguajes, y ofrecen oportunidades en las empresas de tener mayor innovación”, agregó.
Cabe destacar que desde la OIM y, en conjunto con el gobierno mexicano, trabajan para promover una migración regular, justa, ordenada y poder aprovechar estas oportunidades para integrar a las personas en la economía formal. No obstante, por un lado, aún se necesita abrir vías y, por el otro, fortalecer las existentes para permitir a las personas moverse hacia y desde México.
“Desafortunadamente todavía existe desinformación, una falta de conocimiento sobre los beneficios que la migración laboral viene a traer a México y cómo poder aprovecharlos, por lo que sí creo que falta todavía mucho trabajo junto a la Secretaría del Trabajo, el Servicio Nacional de Empleo y también a las cámaras empresariales y las confederaciones de empleadores”, dijo la especialista.
En México existen distintas tarjetas migratorias que tienen condiciones de estancia regular y permiso de trabajo, dependiendo de las necesidades de los inmigrantes.
Este componente incluye la revisión de los esquemas, requisitos y procedimientos para la atención de la migración y la movilidad en sus distintas modalidades (familiar, laboral, estudiantil, turística, de negocios, por salud, cultura) de forma interna.
Por Sayuri López Zamora
sayuri.lopez@elheraldodemexico.com
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