MENTE MUJER

Feminización de la migración

Pese a que muchas mujeres migran para huir de la violencia y como dependientes de sus parejas, su desplazamiento se ha transformado: cada vez más migran solas o como jefas del hogar

EDICIÓN IMPRESA

·
Créditos: El Heraldo de México

En los últimos años, se ha constatado un incremento de la presencia de la mujer en el proceso migratorio, sin embargo, las razones de su desplazamiento se han transformado: cada vez son más las mujeres que migran solas, incluso como jefas del hogar.

Actualmente, las mujeres representan 49 por ciento de los migrantes internacionales a nivel mundial. Este “nuevo rol” es conocido como feminización de la migración, anteriormente, ellas salían de sus países principalmente como dependientes de sus familias, viajando con sus esposos o reuniéndose con ellos en el exterior. Ahora, migran como sustento de la familia, como madres solteras que viajan con sus hijos y generan sus propios ingresos.

“Ha cambiado el papel de la mujer a tener uno con mayor autonomía, mayor agencia y poder de decisión sobre ellas mismas y sus familias”, explicó Daniela Martínez, Especialista Senior de la Unidad de Migración Laboral de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Cabe destacar que, entre los motivos de la migración, no sólo está la búsqueda de nuevas oportunidades y una mejor calidad de vida, muchas de ellas salen de sus países para huir de las agresiones. La discriminación y la violencia por motivos de género e identidad de género están entre los factores que impulsan la migración de mujeres en América Central y el Caribe.

Asimismo, el género también adapta cada etapa de la experiencia migratoria irregular, por ejemplo, quién va a migrar, cómo se va a desplazar, las oportunidades que busca en el destino y la situación en la nación de origen, pueden afectar todos los elementos del proceso.

“(Ellas) en el camino están más expuestas a acoso, agresiones y violencia sexual como se ha visto en las migraciones de los países de origen de Sudamérica y Centroamérica, y también al llegar y estar migrando por territorio mexicano”, informó para Mente Mujer Martínez.

Por otra parte, la mayoría de mujeres migrantes desempeña tareas que no reflejan su capacidad y formación académica, lo que agrava la dificultad para acceder a permisos de trabajo y documentos, y las conduce a insertarse en economías cada vez más precarias.

“Estos roles también se trasladan a la mujer migrante internacional, por lo cual están enfrentando una doble discriminación, el primero es por ser migrante y el segundo por ser mujer, y esto lo que ha ocasionado es que ellas no puedan acceder tan fácilmente como sus pares hombres al mercado laboral formal”, destacó la especialista de la OIM.

UN VALOR AGREGADO

En México, las migrantes empiezan a tener mayor presencia en sectores donde tradicionalmente las mujeres mexicanas trabajaban, por ejemplo el trabajo del hogar, lo que ha impactado a que las mujeres mexicanas sean empujadas a sectores económicos con valor agregado, con mejores salarios y a oportunidades de una perspectiva de crecimiento profesional y laboral. 

“Las mujeres migrantes internacionales tienen una oportunidad laboral y las mujeres mexicanas tienen una oportunidad de transitar a sectores de la economía donde tienen (mayor facilidad) de ingreso y crecimiento profesional”, agregó.

OTROS DATOS

En 1960, las mujeres conformaban 46.6% del número total de personas residentes fuera de sus países de origen y esta proporción ha crecido de forma constante en los últimos años, hasta alcanzar el 48% en 1990, 48.9% en 2000 y 49% en 2010 (IOM, 2010). 

  • Antes, la mujer migraba en posición de dependencia.
  • Las mujeres que migran de forma autónoma quedan excluidas en muchos análisis. 
  • En los países de origen ha incrementado la tasa de escolarización femenina, lo que ha contribuido a aumentar las aspiraciones de autonomía de las mujeres.

Por Sayuri López Zamora
sayuri.lopez@elheraldodemexico.com 

EEZ