El puerto de Lázaro Cárdenas ha superado en más de 17 por ciento la recepción de autos nuevos de importación en lo que va del año, en relación con 2022, sobre todo por la llegada de marcas chinas, incluso se han trasladado cargas al puerto de Mazatlán para evitar el tráfico en ese puerto.
“En Lázaro Cárdenas están llegando muchos autos desde China y eso está generando retraso en el descargo de contenedores”, señaló David Martínez, director general de la asociación Soy Logístico.
Cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), indican que de enero a noviembre se vendieron más de 237 mil vehículos nuevos de procedencia China en el país, 48 por ciento más en relación anual, que representan 19.5 por ciento de las ventas totales del mercado interno. En 2018 tenían 6.3 por ciento del mercado.
Cabe aclarar que también marcas estadounidenses y europeas producen algunos de sus modelos en China, que son considerados en el rango de esa importación.
“Aprovecharon las condiciones para poder entrar a México”, señaló Francisco Bautista, socio adjunto líder para el área de Manufactura Avanzada de EY.
Explicó que el tipo de cambio hace que las importaciones sean más baratas y por eso pueden vender los autos a un precio más competitivo y llegaron en la época de mayor escasez de automóviles por la pandemia y la falta de chips.
“Los chinos sí tenían autos, mientras que las marcas americanas, europeas y japonesas tardaban en entregar hasta seis meses los vehículos nuevos en las concesionarias, aunado a que traen un buen producto, bien diseñado y con mucha tecnología”, dijo el analista.
A la fecha operan en el país oficialmente 13 marcas chinas, entre ellas Chirey, Omoda, Great Wall Motor, GAC Motor, SEV, Geely, Jetour, BYD, JAC, Baic, JMC, MG, Changan y están próximas por llegar Exeed y Jaecoo.
Las marcas chinas están llegando con precios promedio que van de 298 mil pesos en las unidades tipo sedán y desde 450 mil en las SUV, en promedio unos 100 mil pesos menos que modelos similares de marcas estadounidenses, japonesas o alemanas.
Las marcas chinas están llegando con precios promedio que van de 298 mil pesos en las unidades tipo sedán y desde 450 mil en las SUV, en promedio unos 100 mil pesos menos que modelos similares de marcas estadounidenses, japonesas o alemanas.
“Están siguiendo la misma estrategia que los japoneses o coreanos cuando llegaron al país, al principio con bajo costo hasta que logran convencer al consumidor que sus automóviles son confiables”, señaló Mario Hernández, socio líder del segmento IMMEX de la consultora KPMG México.
Bautista agregó que atacan al segmento de rango medio, que es el más vendido en el país, con modelos sedán y SUV. “En las SUV incluso su apuesta es más agresiva para el segmento de lujo”, señaló.
El analista de EY agregó que la fama de mala calidad que precede a los productos chinos, al menos en los autos, queda a un lado.
“Si comparas un modelo chino con uno americano no ves gran diferencia en cuanto a calidad”, señaló Bautista.
Los expertos coinciden en que la llegada de estas marcas impulsa la electrificación, pues la mayoría ofrece modelos eléctricos que tienen un menor costo al de las marcas tradicionales.
“Traemos en el radar que algunas armadoras de origen chino van a llegar al país con plantas, no en un futuro cercano, pero ya están analizando esa posibilidad”, afirmó Hernández de KPMG. Agregó que la apuesta de establecerse en el país está más enfocada al mercado de América Latina que al estadounidense.
Por Enrique Torres Rojas
EEZ