El Banco Mundial estima que 132 millones de personas podrían verse obligadas a caer en la pobreza extrema para 2030 debido al cambio climático, reveló un informe del Banco Mundial (BM) y el Fondo Mundial (FM) de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.
De acuerdo con el Estudio de Estimaciones sobre el Impacto sobre la pobreza extrema en 2030, dentro de casi una década en total habrá 313.5 millones de personas en pobreza extrema. Es decir, se habrán sumado 132 millones a consecuencia de los efectos nocivos del cambio climático.
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No se habrá cumplido la meta
Si bien la cifra es sustancialmente menor que el recuento de pobreza en 2015, que ascendía a 736 millones de personas, el informe apunta que no se habrá cumplido con la meta de pobreza extrema cero.
En la mayoría de los escenarios, la región de África subsahariana aporta el mayor número de personas pobres con 224.4 millones; seguida por el sur de Asia con 30.6 millones de personas; Asia oriental y el Pacífico 11,8 millones de personas; y América Latina y el Caribe con 1,9 millones de personas en promedio.
Por ello, el Banco Mundial y el Fondo Mundial firmaron este jueves, un Memorando de Entendimiento que describe cómo las dos organizaciones trabajarán para fortalecer los sistemas de salud en países pobres y vulnerables, en especial, del Sur Global.
El objetivo -apuntan - es apoyar con financiamiento más eficiente, efectivo y sostenible para mejorar los resultados de salud frente al cambio climático.
“Las últimas estimaciones muestran que más de la mitad de la población mundial no está completamente cubierta por servicios de salud esenciales y la crisis climática no hará más que aumentar la demanda de servicios eficaces, especialmente para las personas más vulnerables” reiteraron.
Sin avances en materia de salud
Al respecto, Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, afirmó “no podemos lograr avances suficientes en materia de salud pública mientras el aumento de las temperaturas cambie los patrones de las enfermedades infecciosas y genere pandemias ".
Banga agregó que “nuestra única opción es responder de forma agresiva, simultánea y exhaustiva. Esta asociación con el Fondo Mundial es otro paso adelante en nuestro esfuerzo por reclutar socios y construir la coalición necesaria para generar impacto”.
Por su parte, Peter Sands, director Ejecutivo del Fondo Mundial, organismo que recauda 5 mil millones de dólares para luchar contra enfermedades infecciosas, consideró “para tener una oportunidad de alcanzar los objetivos de acabar con el SIDA, la tuberculosis y la malaria, debemos redoblar nuestros esfuerzos para luchar contra estas enfermedades.
Eso incluye invertir para construir sistemas de salud que puedan resistir los efectos del cambio climático”, dijo.
Agregó que “dado que la malaria sirve como indicador temprano del impacto del clima en la salud, necesitamos intervenciones intensivas y alianzas sólidas para revertir el impacto negativo del cambio climático en la salud”.
En el estudio, el Banco Mundial reconoce que los impactos directos en la salud de las personas pueden ocurrir por el aumento de las temperaturas, las olas de calor y la contaminación del aire, que contribuyen a las enfermedades relacionadas con el calor y exacerban las enfermedades crónicas, o por fenómenos climáticos extremos que aumentan la incidencia de lesiones traumáticas.
dhfm