La demolición de la totalidad del conjunto arquitectónico que integró el Centro SCOP, tras quedar en "grave riesgo de colapso" después de los sismos de 1985 y de 2017, implicó el rescate "urgente" de los 13 murales y un conjunto escultórico que elaboraron ocho artistas en 1954 con la técnica de mosaico mexicano. En el sitio, que abarca 5.5 hectáreas será construido el Parque del Muralismo Mexicano, pero antes debe ser ejecutada una maniobra titánica, a cargo de la empresa CAV, para desmontar las obras de las paredes que las soportaron durante más de siete décadas.
La salvaguarda ha implicado la limpieza manual de las obras, así como la colocación de un velado de protección. El movimiento se ha ejecutado en dos vías: unos dos mil metros cuadrados de obra, que fue repuesta en 1985, se desmontó con facilidad gracias a los paneles de un metro por un metro con los que se replicaron; la tarea más difícil, sin embargo, implica otros dos mil metros de obra original, que prácticamente está adosada a las paredes. Para llevar a cabo el retiro fue necesario implementar un proyecto sin precedentes en la historia del patrimonio artístico mexicano y desmontar los murales en bloques que, junto con la estructura que les da estabilidad, alcanzan 150 toneladas de peso.
A través de grúas que soportan hasta 500 toneladas y plumas de más de 55 metros, los bloques serán desmontados y resguardados en dos bodegas donde se someterán a restauración. El desmontaje quedará listo en diciembre y en enero próximo se espera que esté listo el Proyecto Ejecutivo del Parque del Muralismo.
PAL