GUERRA RUSIA VS UCRANIA

Invasiones que marcan vidas

La guerra con Rusia ha obligado a miles de personas a salir de sus ciudades y cambiar sus empleos. Las ucranianas Oksana y Ksenia platicaron a este medio cómo adaptaron su vida

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Fotos: Especial

Las invasiones militares de Rusia a Ucrania han provocado millones de desplazados en esa nación, quienes han tenido que iniciar nuevas vidas.

El Heraldo de México platicó con dos ucranianas desplazadas, Oksana Novikova y Ksenia Kleynos, quienes debido a la guerra con Rusia cambiaron sus lugares de residencia, y por consecuencia, sus trabajos y sus vidas.

Oksana se vio obligada a dejar su natal Crimea, en 2014, para desplazarse hacia Lviv. Para ella, la amenaza en Ucrania comenzó cuando el “expresidente Víktor Yanukóvich llegó al poder (2010-2014), y puso rumbo al acercamiento a Rusia. Esto se convirtió en una amenaza para los ucranianos de Crimea, y comenzó la presión sobre los empresarios.

“En realidad, desde 2012 pensé en migrar, para mí en ese momento comenzó el conflicto, la guerra abierta estalló en febrero de 2014 y no en febrero de 2022, como muchos creen”, aclaró Oksana, quien dejó el suministro de la tecnología y consultoría para dedicarse a la producción de pan de manera profesional.

El día de la toma de la Rada Suprema de la República Autónoma de Crimea (26 de febrero de 2014), Oksana se encontraba de viaje de trabajo en Estambul y regresó a la península ya ocupada en ese momento por las fuerzas rusas.

“Comenzamos a organizar la resistencia civil en contra de las fuerzas de ocupación. Pero nos encontramos bajo una gran presión de persecución, acompañada de desapariciones de activistas proucranianos. Finalmente, decidimos abandonar la península. 

Créditos: (Especial)

“El 14 de marzo partimos hacia el territorio controlado por los ucranianos", explicó. Pero tuvimos mucha presión con la detención de varios activistas. Salimos de la península, el 10 de marzo”, dijo. 

“Se dice que Crimea fue entregada sin víctimas y que la gente que vivía ahí quería ser parte de Rusia, pero eso es una mentira”, destacó. “Hubo víctimas, igual que resistencia militar y civil”.

En el caso de Ksenia, la guerra también comenzó en 2014. “Nací en Berdiansk, Zaporiya, y cuando iniciaron esos acontecimientos vivía y trabajaba en San Petersburgo, Rusia, pero regresé a Ucrania para fomentar la conciencia nacional y cultural de la gente a través de proyectos artísticos organizar a la gente. Para 2015, fundamos un espacio artístico y creativo que se llamaba anti-café”, relató.

“En 2022, cuando la invasión alcanzó Berdiansk y nos tocó directamente, me trasladé primero a un pequeño pueblecito de mi región, y luego hacia el oeste de Ucrania”, dijo Ksenia, quien actualmente tiene una cafetería, pero antes se dedicaba al rubro del arte.

“La salida de mi ciudad natal (2022) fue por razones de seguridad, el 26 de febrero, Berdiansk se encontraba bajo una ocupación militar muy grande. Ni siquiera logramos entender qué es lo que debíamos hacer y teníamos la esperanza que todo acabaría muy pronto.

“Al pueblecito donde estábamos llegaban noticias tremendas de personas que eran asesinadas cerca de los puntos de la Policía rusa”, dijo Ksenia. “El 9 de abril, logramos salir para Zaporiya en un tren de evacuación que nos llevó hacia el oeste de Ucrania”.

En lo que se refiere a su actual ciudad de residencia, Leópolis, dijo que “creo que es más segura y llena de cultura, que es muy importante para mí, por eso tomé la situación como un viaje de vacaciones donde podría conocer a nueva gente. 

“Una vez librada mi ciudad podría regresar con los nuevos contactos (networking) para seguir haciendo a las cosas que me dediqué antes.”, reflexionó.

Créditos: (Especial)

Por su parte, Oksana detalló que fue muy difícil “cuando finalmente salimos de Crimea besamos la tierra y lloramos fuertemente. Dejar nuestra casa fue muy inesperado e inaceptable. En 2014, pocos me entendían cuando decía que eran los comienzos de una gran guerra”.

En el caso de Ksenia, dijo que en los primeros seis meses de su migración, no sabía no sabía en qué ámbito sería útil y cómo empezar de nuevo su vida en un nuevo entorno: “nosotras nos desplazamos juntos con nuestras madres, así que necesitábamos tener una fuente de ingresos, ¡fue muy difícil!”, coincidió.

“Hace un año conseguí subvención para el desarrollo de mi proyecto (cafetería). Nuestra nueva vida consiste en muchos dilemas: pensar en la liberación de la ocupación de Berdiansk y volver a ese lugar o pensar en arraigarnos aquí en un lugar nuevo.

Oksana, por su parte, señaló que su nuevo negocio de pan no tiene nada que ver con su anterior empleo en el rubro tecnológico. Pero “ahora tenemos una panadería artesanal profesional y varias cafeterías”.

Respecto a la postura del Presidente ruso de pedir la paz para Medio Oriente, señaló que “a Vladimir Putin no le interesa la vida de los ciudadanos, ni siquiera de los propios rusos, lo único que le importa es conservar su propia influencia política y económica. Por eso creo que es necesario ayudar a Ucrania”, sentenció Ksenia.

Por su lado, la empresaria destacó en ese tema que “en los procesos que se viven en Medio Oriente también se encuentra Rusia, que siempre ha sido un imperio, nunca ha sido un país nacional, llevando sus propias políticas desde que era la URSS y siguen existiendo”, finalizó.

Por Israel López Gutiérrez

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