DIEGO BARRANCO

Innovan la repostería mexicana y se inspiran de figuras prehispánicas

Dos emprendedores mexiquenses crean piezas únicas de panes para esta temporada de día de muertos

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Antonio Nava y Gerardo García

Inspirado en su gusto por el dibujo de figuras prehispánicas, el panadero Diego Barranco Flores pasó del papel a la masa para crear coloridas piezas de pan y galletas artesanales, que a simple vista parecen obras de cerámica.

Originario Ozumba, municipio ubicado en la zona de los volcanes, el panadero de 45 años, trabaja en su tallar de nombre “Teotlaxkali”, donde crea esta artesanía que asegura es única en el país, pues sus figuras prehispánicas tienen relieve, volumen y textura, “son hechas en tercera dimensión, las llevamos a otro nivel”.

Con una experiencia como panadero de más de 20 años, a Diego Barranco le gustaba dibujar las figurillas de los vestigios arqueológicos que encontraban los campesinos de la región; pero un día trabajando en la panadería se le ocurrió moldearlas en la masa para elaborar el pan, y así, a prueba y error, surgió su artesanía.

(Créditos:  Antonio Nava y Gerardo García)

“No tengo un estudio de arte, soy panadero, me picó la curiosidad. Ozumba es una zona prehispánica, me gustaba dibujar las piezas que encontraban los campesinos; pero un día jugando con las masas, me di cuenta que podía darles la forma de las figurillas y las empecé a reproducir”.

“Hace cinco años, empezamos desde cero. No había una base, cometimos muchos errores, experimento, tras experimento para saber cómo evitar que no se deformará el pan, cuál era la temperatura ideal”.

Actualmente, el pandero cuenta con un catálogo de más de 2 mil 500 piezas de las culturas prehispánicas del centro del país, desde figurillas, códices, hasta deidades como Tláloc, Quetzalcóatl, Tonatiuh, Chac Mool y el calendario azteca, entre otras.

(Créditos:  Antonio Nava y Gerardo García)

En entrevista destacó que su pan y galletas son productos orgánicos, que no tiene químicos, conservadores, huevo, ni lácteos; y los colorantes que utiliza son vegetales.

Diego vende sus productos en su taller en Ozumba; pero además participa en Ferias Artesanales en la Ciudad de México, donde ha sido bien recibido y donde “la gente sí está dispuesta a pagar lo que vale este producto”.

Diego Barranco, su esposa y sus dos hijos trabajan en el taller; también han participado en eventos culturales organizado por el Museo Nacional de Culturas Populares y Bellas Artes.

(Créditos:  Antonio Nava y Gerardo García)

PAN DE MUERTO ESTILO ALFEÑIQUE

Las familias mexiquenses podrán degustar y colocar en sus ofrendas para recibir a sus fieles difuntos, piezas de pan muerto decoradas al estilo del alfeñique con colores vistosos.

Carolina Valdez, es la creadora de la pieza que es un pan de mandarina con relleno de mandarina y un glaseado blanco que va decorado al estilo del dulce típico de alfeñique de Toluca, propio de la época de Día de Muertos.

La repostera narró que la pieza nació de la idea de fusionar los sabores de temporada con el dulce de alfeñique que al morderlo, provocará a los comensales el recuerdo de sus seres queridos ya fallecidos.

“El pan es de mandarina y va relleno de una muselina de mandarina, y va con un glaseado de azúcar para hacer todas las decoraciones… a la gente le ha encantado, le gusta mucho el tema del colorido”, compartió.

Para ella es una creación novedosa que le da otra vista al típico pan de muerto, por ello tiene otros sabores de temporada como el chocolate de mesa, mole rosa de Taxco, Guerrero, además de otros como camote rosa, tejocote o guayaba.

“Quisimos proponer el de mole rosa, el año pasado también teníamos mole, tal cual, pero quisimos darle como un giro, es el mole típico de Taxco, aquí lo hacemos”, resaltó.

Las piezas de pan pueden encontrarse en una cafetería en Toluca y dependiendo del sabor y relleno, los precios oscilan entre los 94 y los 140 pesos cada una.

PAL