MENTE MUJER

El caso de luz Raquel Padilla y la vulnerabilidad en los cuidadores

Este caso revivió el debate sobre la importancia de garantizar que este sector de la población gocen de sus derechos y vivan libres de agresiones

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Especial

"A Luz Raquel la asesinaron tres veces: Primero sus agresores, luego las instituciones y ahora la indiferencia y revictimización", publicaron en la red social X activistas que aún esperan justicia en este caso.

Luz Raquel, una mujer que era cuidadora de tiempo completo de su hijo Bruno –quien padece autismo severo– murió el 19 de julio de 2022 en Jalisco, y a más de un año de su muerte, la Fiscalía del estado no ha concluido ni ha dado justicia a su hijo y sus familiares en lo que se hizo público como un caso que fue consecuencia de una violencia de género ejercida por un vecino.

El caso revivió el debate sobre la importancia de garantizar que los cuidadores gocen de sus derechos y vivan libres de agresiones.

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Ella vivía sola con su hijo en la colonia Arcos de Zapopan. Su rutina diaria era prácticamente dictada por las necesidades de atención de Bruno, y aunque ella participaba en un colectivo de cuidadoras, "Yo cuido México", para tener el acompañamiento de otras madres, también era activista por el reconocimiento de los derechos y obligaciones que el Estado debía tener para con este grupo de personas.

En diversos foros en donde participó, Luz Raquel se concentraba en compartir las necesidades que como cuidadora de una persona con discapacidad tenía, así como la urgencia de las redes de apoyo institucionales para continuar con su labor. 

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De acuerdo con la organización civil "Yo cuido México", 23 por ciento del trabajo de cuidados forma parte del Producto Interno Bruto (PIB); sin embargo, las desigualdades y retos que viven las mujeres que cuidan a familiares con necesidades de cuidados producto de su temprana edad, discapacidad, enfermedades poco frecuentes, diagnósticos crónicos o el paso de los años, no han sido atendidas.

"Urgen protocolos de atención y protección a cuidadoras. Estamos hartas y cansadas de un sistema que nos explota, 24 horas al día, siete días a la semana, que nos vulnera al minimizar la discriminación y violencia que denunciamos y nos desecha mediante la violencia feminicida", se lee en su portal en donde piden firmas a través de la plataforma change.org para alcanzar 75 mil firmas y entregar en el Congreso de la Unión esta petición, que inició el mismo día en que murió Luz Raquel.

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Este caso es un claro ejemplo de la vulnerabilidad en la que se encuentran. Las crisis de su pequeño, lejos de tener la empatía de su vecino Sergio Ismael N., generó constantes peleas que derivaron en una escalada de actos que Luz Raquel denunció a las autoridades, municipales y estatales, sin que se procediera con rigor, dejando a la mujer de 35 años, soportando la situación de vida que complicó aún más su estabilidad, para ella y su hijo.

El 6 de mayo de 2022, semanas antes de su muerte, Luz Raquel denunció a su vecino, Sergio Ismael N., por lesiones y amenazas en contra de la dignidad de las personas, porque le roció cloro industrial, además documentó mensajes de amenaza que le dejaron en las escaleras y paredes de su edificio. Se inició con la carpeta 33632/2022, decretándose las medidas de protección.

Actualmente, no hay personas detenidas, tampoco se ha establecido que su muerte sea un feminicidio, esto pese a que el 16 de julio, tres días antes de su muerte, esta fue consecuencia de quemaduras en el 90 por ciento de su anatomía, luego de verterle alcohol en un parque cercano a su domicilio.

Posterior a su muerte, el Fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez, acompañada de una perito en grafología, aseguró que ella misma escribió los mensajes que amenazaban su vida y sostuvo que fue ella quien compró el alcohol y el encendedor, con la intención de difundir la idea de que Luz Raquel fue la responsable de su muerte.

Su caso es un pendiente en la impartición de justicia, con Bruno y la familia de Luz Raquel, pero también con las personas dedicadas a cuidar personas con discapacidad y a quienes sus derechos y necesidades, todavía, el Estado, está en deuda para brindarles apoyo.

PAL