Autoridades de EU trabajan en un nuevo sistema de advertencias sobre la llegada de huracanes, para tratar de contrarrestar las temporadas de tormentas atlánticas. Los especialistas elevaron su pronóstico para este año, sobre la cantidad de ciclones en la zona.
Con el fin de crear mensajes y planes de evacuación más efectivos y precisos, un equipo de investigación de la Arizona State University (ASU) analiza cómo la población responde a las advertencias de ciclones que se difunden en los canales.
El momento de la advertencia, y especialmente las órdenes de desalojo, también juega un papel importante. Las personas pueden decidir evacuar demasiado pronto y puede, en algunos casos, ser innecesario.
Por otro lado, pueden decidir evacuar demasiado tarde y ser golpeadas por un huracán cuando se van. Por lo tanto, las personas no sólo deben evaluar la gravedad del temporal, sino también tomar la decisión correcta en el momento adecuado.
"La evacuación no es sólo querer que la gente se vaya.
"Se trata de lograr que las personas correctas se vayan en el momento adecuado y tomar mejores decisiones", dijo Sean Bergin, profesor asistente de investigación en la School of Complex Adaptive Systems de la College of Global Futures.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EU (NOAA) informó que este año se extenderá la temporada de huracanes desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, el punto máximo de ciclones suele ser a finales de verano.
La NOAA estimó entre 14 y 21 tormentas con nombre, de las cuales entre seis y 11, podrían convertirse en huracanes con vientos de 119 km/h o más.
"Es importante que seamos capaces de anticipar, planificar e informar eficazmente a las personas para que puedan tomar las medidas adecuadas", explicaron Bergin y Michael Barton, profesor de la School of Human Evolution and Social Change.
En colaboración con el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EU y la Universidad de Colorado en Boulder, los investigadores usan modelos computacionales que simulan las decisiones y comportamientos de los individuos ante las advertencias que reciben del centro de huracanes, medios de difusión, medios digitales, gobiernos locales y vecinos.
Este modelo es un laboratorio digital para probar sistemas alternativos de alerta de huracanes y qué tan oportunos son las configuraciones de la red de información y las formas en que las condiciones socioeconómicas pueden afectar qué tan bien o qué tan mal responden las personas a las advertencias.
El estudio está configurado para atender dos áreas de EU, Florida y la Costa del Golfo. En ellas se distribuyen los agentes, según las densidades de población, y cada uno tiene un perfil único de sensibilidad al riesgo que determina cómo y qué tan rápido actuar, respondiendo a diferentes advertencias y tomando en cuenta la experiencia o situación económica asignada a cada uno de los modelos.
PAL