ARTES

Destaca la pluralidad artística en el Cervantino

Una exposición colectiva reflexiona en torno a la comida y las artes plásticas; la disciplina también está en el centro de la propuesta teatral de la compañía Puño de Tierra: ambas actividades muestran la diversidad de temas en el encuentro

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Especial

En 1955, Gerardo Murillo Dr. Atl pintó “El maizal”, un paisaje donde una milpa seca antecede los volcanes en el horizonte; casi siete décadas después, en 2022, la artista limeña Ximena Garrido-Lecca ató con herrajes centenas de olotes para su pieza “Inflorescencia – Módulo de desgrane”. Separados en el tiempo, ambos artistas acuden a un producto alimenticio que por siglos ha sido sostén de una región, como motivo de sus creaciones.

Ambos artistas también, convergen con otros 35 creadores y colectivos, incluidos en “Conocer el mundo con la boca, sin que te piquen las espinas”, colectiva que la Colección Femsa inaugura hoy en el Museo Casa Diego Rivera de Guanajuato como parte de las actividades de la edición 51 del Festival Internacional Cervantino (FIC): en total se trata de 41 obras, entre pintura, video, fotografía, escultura e instalación, que abren un diálogo entre el alimento y el arte.

“La premisa de esta exposición es la idea del alimento en vinculación con el territorio, ese espacio común de encuentro y de desencuentro, y la idea de la defensa, la siembra y la producción, así como los saberes relacionados, dentro de la oralidad, con los alimentos”, explica la cocinera y curadora Dea López, quien trabajó en la exposición junto con Beto Díaz, comisario de la colección.

Artistas como Remedios Varo, Aristeo Jiménez, Francis Alÿs, Dulce Chacón, Jan Hendrix, Manuel Álvarez Bravo, Minerva Cuevas, Thomas Glassford, Ana Gallardo, Alan Sierra, entre otros, forman parte de la exhibición. “Hablar de comida es hablar de nuestro mundo, de lo que nos interpela, hay piezas  que exploran la memoria, las conexiones que implica cocinar para otros, hablar de comida es hablar de este mundo, de las sociedades, de las naciones, hablar de comida es hablar de nosotros y todo lo que compartimos y nos hace diferentes”, estimó Díaz.

“Mil novecientos cincuenta y cuatro” (2005) de Mauricio Gattás reconstruye una cocina regiomontana de la década de los 50 para hablar de una época pérdida; el “Poema No. 3 Sylvia Plath Cookies” (2019) de Mayra Silva exhibe galletas comestibles sobre los que han sido escritos versos. Dea López dice que la comida en el arte latinoamericano incluye las representaciones que hace la Escuela Mexicana de Pintura, pero también “la idea de los bodegones y el momento de entender el alimento vivo y en descomposición, así como en la materialidad del trabajo que viene con el arte contemporáneo, el alimento como materia misma de trabajo”.

CERTEZA TEATRAL

Durante el fin de semana, en las calles de Guanajuato comenzaron a aparecer aparentes impresos de protesta: “Rigoberto Duplás no es bienvenido. Reprobamos el contenido de su obra artística y apoyamos su cancelación”. Sin más explicaciones, los misteriosos impresos sólo encontraron respuesta en el Teatro Cervantes de la capital guanajuatense, con la participación de la compañía Puño de Tierra de Fernando Bonilla y la obra “Mercan” del mismo Duplás.

“¿Cuánto tiempo dura la cancelación?” se proyecta sobre una de las tres pantallas dispuestas en el escenario. A partir de esta pregunta comienza una farsa trágica que se prolonga a lo largo de dos horas en los que los límites entre la realidad y la ficción teatral se difuminan: Duplás (originalmente personaje de la cinta “Perdidos en la noche” de Amat Escalante, interpretado por el mismo Bonilla) es un artista contemporáneo casado con Carmen Aldama (Sophie Alexander-Katz).

En medio de la interacción con el público, quien incluso es individualmente integrado a un chat de Whatsapp, nos enteramos de los detalles de la relación de pareja: ella una actriz que ha padecido el acoso de productores y directores a los que pide trabajo; él (Bonilla y Antonio Vega), un creador atormentado con sus ideas que lanza un proyecto por el que se le acusa de revictimizar a mujeres que han padecido abuso.  

Todo aparentemente es una actuación que sucede frente al director de la obra, pero a la vez es un ardid para colocar al público en un ambiente difuso, entre lo que es verdad y lo que es mentira. El trabajo de Duplás termina por cancelarlo del circuito artístico y con ello, su esposa también es apartada de los proyectos que tiene en puerta. El conflicto llega y asistimos a una tragedia que lleva al límite al espectador: confundido, no sabe dónde quedó la actuación y dónde lo que sinceramente están compartiendo los actores.

El extremo llega con la última confesión de Carmen, quien desde las butacas se sincera y confiesa haberse sentido violentada durante toda la puesta. El público, a quien se le ha dado un tiempo para compartir verdades, vuelve a caer en la farsa y el milagro teatral se cumple: ya no sabe dónde empezó lo imaginado y dónde lo real.  

  • Durante los primeros días del FIC, las calles de Guanajuato han lucido llenas
  • Teatros como el Cervantes o el Auditorio del Estado estuvieron a medio llenar 
  • Las actividades del FIC bajan durante la semana y comienzan a crecer el fin de semana

PAL