ARTES

Betsabeé Romero lleva el día de muertos a gran canaria

La artista mexicana toma, con una gran instalación, la Casa de Colón en Gran Canaria, busca reflexionar en torno a la migración y el sincretismo de las tradiciones

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: Cortesía

Betsabeé Romero (Ciudad de México, 1963) ha extendido el duelo por los migrantes caídos a uno de los lugares con más llegada de desplazados en Europa, el archipiélago de Canarias. Fundiendo la tradición mexicana del Día de Muertos y la europea de Todos los Santos, la artista ha invadido la Casa de Colón, en Gran Canaria, con una gigantesca instalación que abarca las dos fachadas del inmueble y sus dos patios principales.

“Escaleras al cielo. Migrando y siendo migrados por la historia”, como ha sido denominado la pieza, “es un homenaje a los migrantes y a la historia de estos migrantes que han muerto y que tienen que ser visibilizados, nombrados y recordados”, explica Romero. El elemento principal, son cuatro escaleras de flores, de más de 12 metros de largo, colocadas sobre los muros, por donde ascienden ‘calacas’ de hojalata (llevadas desde el taller de la artista en México) que penetran al edificio a través de uno de los balcones.

(Créditos: Cortesía)

“Es una escalera que sólo la cultura y el arte puede tender hacia esta población que merece ser recordada y honrada”, dice. La instalación se extiende hacia el patio mayor y el patio del Pozo, donde ha sido colocado un Altar de Muertos sincrético: tanto con elementos de la tradición mexicana (como flores de papel, calaveras y los siete niveles de una ofrenda), así como de la misma región, con nueces, castañas, velas en forma de hombres y mujeres y los llamados huesos de santo, un postre que se consume en España en las fechas cercanas al Día de Todos los Santos.

Como en toda su obra, Romero ha querido hablar del sincretismo, las tradiciones culturales y la migración, una de sus mayores preocupaciones. “La cultura y la tradición es lo que los migrantes llevan consigo, ellos son portadores de historias, de memoria, de largas trayectorias, lo único que pueden hacer es enriquecer al lugar al que llegan. En este caso, todo el edificio está tomado por una tradición que viene de lejos: México y lo que hace es llenar de color, de aroma, llenar todos los sentidos de esa arquitectura, eso prueba que la cultura no necesita pasaportes ni visas, sino que atraviesa, dialoga, se hermana y genera una conversación que no tiene límite”.

(Créditos: Cortesía)

La instalación de la artista mexicana se quedará en la Casa de Colón hasta el 12 de noviembre; en Gran Canaria también inaugura el 13 de octubre una exposición sobre su obra de varios años y presenta el libro “Cuando el tiempo se rompió” (editado por Heraldo Media Group). Después regresa a México para hacer una instalación en San Miguel de Allende y empezando 2024 ha sido invitada a colocar cinco piezas en Park Avenue, en Nueva York, a la altura del MET.

  • La instalación ocupa las fachadas de la Plaza del Pilar Nuevo y de la Plazoleta de los Álamos
  • Por la noche, las escaleras de flores se iluminan y alumbran el camino de las calaveras

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