México es indudablemente una potencia turística a nivel mundial. En los recuentos que hace año con año la Organización Internacional del Turismo, suele estar siempre entre los 10 primeros destinos mundiales.
En buena medida esto es gracias a los congresos y convenciones que se realizan en los destinos nacionales que, además de una infraestructura adecuada para los negocios, ofrecen incentivos para ayudar a consentir a los asistentes en sus tiempos libres.
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“Nos consideramos una industria porque somos transversales, la cantidad de servicios que contratamos es sumamente diversa y no abarca únicamente proveedores de turismo, abarca productoras, video, servicios de seguridad, de producción simultánea, de promocionales, en fin, somos una industria que aporta al PIB nacional el 1.63 por ciento.
“Somos una industria que genera empleos, que promueve el turismo, que fomenta la colaboración empresarial, que atrae inversiones, que genera innovación, en fin, realmente como industria lo que hacemos es generar conocimiento que posibilita el crecimiento de nuestra sociedad”, señala en entrevista exclusiva para El Heraldo de México Michel Wohlmuth, presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones.
Un año dorado
Aunque en un principio las perspectivas no eran tan brillantes para el 2024, el año ha sabido sorprender a los expertos experimentando un crecimiento sostenido que los industriales esperan continúe durante la segunda mitad del año.
“Hemos venido en un crecimiento constante de dos dígitos, inclusive en el 2023 crecimos el 11 por ciento. Creíamos que iba a bajar la tendencia precisamente por el tema de las elecciones, pero la realidad es que no sucedió, la actividad se mantuvo, se mantuvo el crecimiento de los eventos.
Nuestra perspectiva es que va a ser un segundo semestre mucho más fuerte que el primero. De hecho, tradicionalmente el segundo semestre es mucho más fuerte y con mucha más actividad, y estoy seguro que así va a suceder. No sé si alcancemos los dos dígitos, pero sin duda va a ser un gran año, ya con una recuperación plena para la industria de reuniones”, detalla Wohlmuth.
Entre las urbes favoritas por este tipo de turista, que ayuda a apuntalar las llamadas temporadas bajas y a llenar los destinos en los días laborales, se encuentran Guadalajara, Monterrey, León y Mérida, mientras que las playas favoritas son Cancún, Los Cabos y Puerto Vallarta.
Capacitación y reacción ante los desastres naturales
Las recientes inclemencias del clima, además del embate de huracanes como los recientes Beryl y Alberto, suponen un reto adicional para los especialistas en la industria turística, que han sabido estar a la altura.
“La realidad es que si no hay sequía, hay inundación, y tenemos que estar ahí trabajando con los dos elementos. Si no hace mucho calor, hace mucho frío y lo que hacemos en la industria de reuniones es que procuramos capacitarnos y estar bien informados.
“Cuando fue el huracán Otis, se estaba llevando a cabo en Acapulco el Congreso de Mineros, había más de 7 mil personas reunidas en el Centro de Convenciones Mundo Imperial, y lo que nos contaron fue cómo aplicaron todos los protocolos; en cuanto se enteraron tuvieron que implementar un protocolo de emergencia, y afortunadamente, en ninguno de los 7 mil asistentes, ni en la agencia, ni mucho menos en el hotel, hubo heridos”, recuerda.
Para Wohlmuth, la clave es capacitar al personal y tener planes de Protección Civil para reaccionar inmediatamente ante cualquier fenómeno natural, salvaguardando la seguridad de empleados, visitantes y población en general.