En el dinámico entorno laboral actual, el presentismo laboral emerge como una problemática creciente que afecta tanto a empleados como a empresas, revelando un escenario donde estar físicamente presente no garantiza una productividad óptima.
A diferencia del tradicional absentismo, donde los trabajadores faltan al trabajo, el presentismo se refiere a aquellos empleados que, aunque asisten a su puesto, su rendimiento se ve notablemente afectado. Esta situación no solo representa un desafío para el crecimiento empresarial, sino que también pone en relieve la complejidad de los factores psicosociales que influyen en el desempeño laboral.
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Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) subrayan que México lidera en número de horas trabajadas anualmente, con un promedio de dos mil 137 horas por trabajador, considerablemente más alto que países como Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, la contribución al Producto Interno Bruto (PIB) por cada hora trabajada es considerablemente inferior, evidenciando una desconexión entre horas laboradas y productividad económica.
Yunue Cárdenas, coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, destaca que el estrés, la ansiedad, la inseguridad laboral y la insatisfacción profesional son algunos de los factores que pueden llevar a este fenómeno. "Tener empleados productivos va más allá de contar las horas trabajadas; implica cultivar una cultura laboral saludable".
"A raíz de la pandemia, muchas empresas adoptaron el teletrabajo de forma rápida y desorganizada, enfrentándose al desafío de mantener la productividad sin la presencia física de los equipos", añade Cárdenas.
Este cambio repentino ha llevado a una revaluación de procesos, donde las compañías están reconociendo que la productividad real está más relacionada con el bienestar mental y el clima organizacional que con la simple presencia física.
¿Qué pueden hacer las empresas para combatir el presentismo?
Revisar los procesos: para mantener la productividad es importante revisar que los procesos sean claros, eficientes y que los colaboradores los conozcan. Esto implica eliminar tareas innecesarias y priorizar las labores esenciales.
Evaluar las cargas de trabajo: las cargas de trabajo excesivas, donde no hay claridad de los objetivos suelen ser desmotivaciones y llevar al presentismo laboral.
Cuidar la salud mental: brindar acceso a especialistas en salud mental ayuda a prevenir y atender cualquier problema de salud, el resultado es equipos más productivos.
dhfm