Vivir en un mundo completamente globalizado tiene sus beneficios. Puedes probar o conocer cosas de prácticamente cualquier punto del planeta lo que, hasta hace unos años, estaba reservado a solo unos cuantos.
Sin embargo, los retos de la política internacional, los costos e incluso otros factores, como la huella de carbono dejada por el transporte de mercancías o la seguridad con la que se llevan de un lugar a otro, ha provocado que los expertos desarrollen nuevas ideas.
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Allí es donde entra el nearshoring, una tendencia en el comercio y la manufactura internacional que permite reducir costos de producción y ecológicos al acercar los productos a los sitios donde se van a consumir.
“El nearshoring es básicamente acercar el producto a su mercado para que los riesgos de que esa cadena se rompan sean menores y, evidentemente al estar más cerca, puedas también ser más competitivo”, explica en entrevista para El Heraldo de México Jorge Dávila, director de ventas de Maersk México.
Hacer local el mundo global
Durante décadas, la idea de la globalización fue realizar la producción en los sitios donde fuera más viable económicamente. Sin embargo, la pandemia trastocó esa idea, cambiándola definitivamente.
“En el mundo en el que nos encontramos ahora, que tiene muchos retos, obviamente la pandemia fue uno, pero tienes temas geopolíticos, tienes temas con el Canal de Suez, el Mar Rojo, el Canal de Panamá. Obviamente todas estas disrupciones ponen en riesgo, algo súper frágil que es precisamente la cadena de abastecimiento”, detalla Dávila.
Para evitarlo, la solución es relativamente simple: que los elementos que son necesarios para la producción de los bienes estén lo más cerca posible del sitio en el que se encuentran sus consumidores finales
Aunque el concepto es sumamente parecido a uno que es de sobra conocido en México, el de la maquila, la idea del nearshoring es relativamente distinta, pues no piensa en un segundo o tercer mercado: básicamente funciona como un puente entre la materia prima y su mercado.
“Tenemos muchas maquilas que, efectivamente, hacen el trabajo para atender al mercado estadounidense, pero también hay maquilas que se encargan de hacer productos que van a terminar en Europa o en el resto de Latinoamérica.
“El concepto de maquila es una manufactura y ese producto eventualmente puede ser parte del nearshoring, sí, pero eventualmente puede terminar en otros mercados que están mucho más distantes, donde no necesariamente el costo logístico es un factor en realidad”, explica el experto.
¿Por qué el nearshoring es una gran oportunidad para México?
La enorme frontera que comparte México con Estados Unidos, quizá el mercado más importante del mundo, además de una balanza comercial avalada por décadas de intercambio, hace a nuestro país el aliado lógico de cara al nearshoring.
“El mercado más grande del mundo es precisamente Estados Unidos y ahí es donde México tiene todas las ventajas por encima de todos, hasta cierto punto Canadá podría ser una una competencia porque tiene la misma condición de estar cerca, pero claramente no tiene las las ventajas que tiene México, hablando de cantidad de gente, clima, legislación, etcétera.
“México tiene el gran beneficio de estar junto al mercado más grande del mundo, tiene muchos beneficios que ha venido desarrollando con el tiempo, precisamente por ser vecino de Estados Unidos”, concluye Dávila, quien está al frente de uno de los consorcios de logística más grandes del planeta.
Garantizar la seguridad, capacitar más personal especializado e impulsar las legislaciones que beneficien al nearshoring son los siguientes pasos que el experto concibe como esenciales para aprovechar la tendencia.