El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) aseguró que la economía mexicana está lanzando señales mixtas, pues los pronósticos de crecimiento para el año continúan mejorando, aunque todavía se mantienen por debajo del 2.0 por ciento promedio.
Y sobre todo, expone en su análisis semanal el CEESP, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se mantiene alejado de la expectativa oficial plasmada en el marco macroeconómico del documento de Precriterios 2024, en el que se anticipa un avance de 3 por ciento.
Los analistas del sector privado, revelan su preocupación pues reconocen que en general la actividad económica muestra avances favorables respecto al año pasado. “Sin embargo, en el margen se aprecian señales de desaceleración en algunos indicadores”.
La preocupación -advierten- es porque “si no se reduce la incertidumbre económica y política y no se adopta una mejor actitud hacia la inversión por parte del gobierno, podría persistir la dilación de una sostenida y clara recuperación del crecimiento de la economía”.
Por lo pronto, la evolución más reciente de los principales indicadores de la actividad económica ha arrojado resultados favorables sugiriendo una cierta recuperación, aunque al margen se observan nuevamente indicios de una desaceleración.
De acuerdo con la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en marzo el indicador global de la actividad económica (IGAE) cayó 0.1 por ciento respecto a febrero, aunque fue 3.2 por ciento mayor a marzo del año pasado.
Bajo este escenario, en el primer trimestre la economía, con base en el IGAE, habrá crecido a una tasa trimestral de 0.8 por ciento y una anual de 3.6 por ciento, parecida a la estimación oportuna del PIB (1.1 por ciento y 3.8 por ciento, respectivamente).
De esta manera, el indicio de una tendencia a la baja del crecimiento del IGAE se aprecia en su estimación oportuna para abril un repunte mensual de 0.4 por ciento, pero un incremento anual de sólo 2.6 por ciento. Es decir, una disminución en la tasa de crecimiento en el margen.
Por su parte, el consumo se vio favorecido en diciembre y enero pasados, quizá como consecuencia del incremento de los salarios reales. Sin embargo, más recientemente hay signos de cautela por parte de los consumidores, quienes en el indicador de confianza del consumidor registró variaciones negativas, ante la poca posibilidad que observan de comprar bienes duraderos a futuro.
Otro factor que podría incidir en la lentitud con la que avanza el consumo, puede ser el elevado nivel de tasas de interés reales hacia adelante. Esa situación conduce a posponer el consumo a fin de aprovechar los altos rendimientos del ahorro, que normalmente no duran mucho tiempo.
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