CANCÚN. La industria fabricante de camiones se reinventa en sus procesos para alcanzar los niveles de venta y producción que registraron previo a la pandemia, señaló Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Las empresas se recuperan de la falta de semiconductores para el armado de camiones y los altos precios de la logística, sin embargo, ahora se adaptan al nearshoring, para acercar las plantas de proveeduría a los centros de producción, también trabajan para cumplir con los acuerdos del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).
“Nos estamos reinventando, pues tenemos que ajustarnos al nearshoring para contar con las autopartes cerca de las plantas, y cumplir con el contenido regional que marca el T-MEC, ya que para 2024 un camión debe tener 64 por ciento de las piezas del país en donde produce y 70 por ciento para 2027”, explicó Elizalde en entrevista con El Heraldo de México.
El representante de los fabricantes de vehículos pesados dijo que además del impacto que ha ocasionado el virus a la economía, el sector del autotransporte, sus clientes, padecen en sus ingresos por los altos niveles de inseguridad, ya que el robo a camiones no se ha podido contener, y las cifras de inflación en el sector alcanza 15 por ciento, casi el doble del promedio de la canasta básica, que en el último reporte se ubicó en 8.7 por ciento.
“Previo a la pandemia vendíamos 42 mil unidades al año, pero en 2020 fueron 27 mil, en 2021 colocamos 37 mil 500 y este año pensamos cerrar en 38 mil, hasta el 2023 estimamos alcanzar los niveles previos al coronavirus”, comentó.
Elizalde dijo que el retraso en el emplacamiento de las unidades que se compran nuevas también influye en la baja de ventas, “un camión se adquiere como herramienta de trabajo, no para tenerlo parado, lo ideal es que ya salga con placas desde las plantas o de los concesionarios”.
PAL