La pandemia provocada por COVID-19 generó un mayor impacto económico en la industria de entretenimiento, por lo que, en 2022, productores y creadores de experiencias buscan herramientas para evitar obstáculos y adaptarse a las normas de higiene y seguridad; y reactivar conciertos y festivales.
El sector musical contribuye con uno por ciento del PIB y genera más de 300 mil empleos. En 2020 su caída, tras el confinamiento fue de 87 por ciento en el número de conciertos y 63 por ciento en su facturación, lo que provocó una grave crisis económica que afectó a quienes participan en este sector.
Con datos de la industria, en 2020 se cancelaron 87 por ciento de conciertos y festivales y hubo una caída del 63 por ciento en su facturación.
Por ello jóvenes productores y creadores de experiencias como Roberto Rivera Vargas, señala que para que se recupere esta industria es necesario generar productos con mayor creatividad, ingenio, experiencia, promoción, marketing, arte y cultura.
Por ello, aseguró que a través de su casa productora Nido Mainstream, especializada en la producción de experiencias con enfoque en audiencias masivas, desarrolla distintos proyectos entre los cuales destaca la experiencia inmersiva “El Corazón de Frida” que promete ser única en su tipo debido a su extensa investigación curatorial, el uso de nuevos lenguajes expositivos y una implementación tecnológica de vanguardia.
Roberto Rivera Vargas es productor de entretenimiento, arte y cultura y asesor de celebridades del ámbito deportivo, así como creador de conceptos musicales en géneros pop, urbano y regional mexicano.
El desarrollador de conceptos como el Yaqui Fest y la exposición itinerante “Pedro Infante…Recuerdos de un ídolo”; señala que más de dos años después y cuatro olas de Covid-19 el fanático ha podido volver a disfrutar de su artista favorito en directo, pero aún con temor y las secuelas del hartazgo por el confinamiento. Es por eso por lo que las empresas deben de mezclar lo presencial con lo digital, para poder tener un balance de consumo.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la industria del entretenimiento en general es una importante fuente de empleo e ingresos para muchos hogares mexicanos, generando más de cinco millones de empleos a nivel nacional.
De acuerdo con una encuesta no todos los aficionados a los espectáculos masivos están dispuestos a regresar a estos. Solo el 57 por ciento piensa regresar a los hábitos que tenía previo a la crisis; 25 por ciento Será cauteloso al realizar actividades fuera de casa y tendrán un regreso gradual; 15 por ciento evitan salir por miedo a recaer en alguna nueva ola y tres por ciento aprovecharán para disfrutar la vida saliendo aún más que antes del inicio de la pandemia.
EL CINE Y LOS EFECTOS
Otro de los sectores de la industria del entrenamiento más afectada por la crisis provocada por el confinamiento de Covid-19, fue el cine.
Los estragos en este sector fueron los cierres definitivos de 30 complejos de exhibición a nivel nacional y 54 espacios independientes, así como 57 festivales cancelados; en contraparte, las plataformas streaming crecieron 35 por ciento.
Las dificultades del 2020 dejaron huella en toda la cadena de la industria cinematográfica.
La asistencia a salas al cierre del 2020 fue de unos 55 millones de personas que dejaron ingresos en taquilla por tres mil 153 millones de pesos, lo cual significa una caída del 83 por ciento comparada con los ingresos de 2019, cuando la asistencia fue de 341 millones de personas que dejaron ganancias por 18 mil 659 millones de pesos.
Es decir que durante el año pasado la industria perdió al menos unos 15 mil 500 millones de pesos por exhibición.
El impacto de esa reducción de ingresos derivó en el cierre de salas y complejos.
Las entidades en las que hubo más cierres fueron Ciudad de México y Área Metropolitana, Nuevo León y Guanajuato.
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