La barbería es un oficio casi tan antiguo como el ser humano mismo. Ya desde la época de los faraones, de los sabios griegos y hasta lo gladiadores romanos, los hombres se preocupaban por su aspecto fìsico, por lo que necesitaban a una persona que constántemente les ayudara a mejorar su apariencia.
Con el paso de los siglos esta actividad ha evolucionado hasta lo que ahora conocemos: uno o varios jóvenes o señores con mandil oscuro que afilan las navajas para arreglar las barbas de sus clientes mientras platican de lo que sea. Todo esto dentro de un establecimiento que a la entrada luce un par de barras blancas con rojo y azul que da la sensación de ser un enorme bastón de dulce.
La barbería es un oficio que incluso se ha pasado de generación en generación en las familias: abuelos, papás, tíos, hijos y hasta nietos han optados por la tradición. Sin embargo, los tiempos han cambiado, actualmente ya no podemos hablar de actividades o profesiones exclusivas para cierto género, y prueba de ello es que ahora las mujeres también se pueden desempeñar como barberas.
Barbería, ¿un oficio solo para hombres?
De acuerdo con datos de 2021 del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económica (DENUE) en nuestro país hay 234 mil 962 unidades económicas (negocios) con giro de barbería, peluquería, salón de belleza, estética o similares enfocados al cuidado personal. Y tan solo éstas dan empleo a 888 mil personas, de las cuales 28.8 por ciento son hombres y 71.2 por ciento son mujeres.
Estos datos difundidos por esta herramienta prepararada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) nos demuestran que las mujeres cada vez están ganando terreno en profesiones que anteriormente se creía que eran exclusivas de los hombres.
No obstante, no ha sido un camino facil el que han tenido que recorrer las mujeres que se dedican a la barbería, sobre todo con aquellos clientes que toda la vida estuvieron acostumbrados a ser atendidos por un hombre cuando se trataba del arreglo de la barba o el cabello.
En entrevista para Negocios a la Mexicana, de El Heraldo Digital, Jeni Escobedo contó cómo ha sido ser barbera y relató que siempre se sintió atraida por el cuidado del cabello y la barba, por lo que decidió dedicarse a esto y no a la gastronomía, carrera que estudió originalmente.
"(Los clientes) se sacan un poco de onda, porque es como 'oiga, ¿y dónde está el vato? Pues acá estoy, ¿quieres que te saque la voz varonil?'", comentó entre risas la joven de 33 años, quien labora en Fania's Barbería, ubicada en la colonia Roma Sur de la Ciudad de México.
Sin embargo, con el paso del tiempo los clientes se han acostumbrado, la mayoría, aunque hay algunos que siguen pidiendo al tradicional barbero, por lo que ahora también cuentan con un compañero, aunque en su mayoría son mujeres las que atienden este negocio en la capital.
Conoce la historia de Jeni y otros barberos que hacen Negocios a la Mexicana:
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