A los seis años, Martha Vera ya sabía que quería volar. Inspirada por un padre piloto que le compartió el entusiasmo por la vida en el aire y el valiosísimo ejemplo de las pocas mujeres aviadoras que, en la década de los 70, le demostraron que era posible hacerse un lugar en un cielo ocupado, casi en su totalidad, por hombres, Martha desafió las convenciones de una sociedad que prefería ver a las mujeres con los pies en la tierra. “Sobre todo en aquel entonces había muchos estereotipos que dictaban que los hombres se dedicaban a algunas cosas y nosotras a otras; y la idea, por supuesto, era que ésta es una profesión para ellos. Incluso era difícil encontrar escuelas de aviación que aceptaran mujeres”, recuerda hoy, más de cuatro décadas después, con la satisfacción propia de quien ha volado alrededor del mundo, cargando con orgullo el título de capitán y consciente de su responsabilidad a la hora de impulsar a una nueva generación de mujeres que sueñan con tocar el firmamento.
“Todavía hace dos años pensaba que no iba a vivir para ver este cambio”, dice con optimismo sobre el aumento en el número de mujeres que, recientemente, se han sumado a las filas de una profesión que en México, al día de hoy, está ocupada en 94 por ciento por hombres. “Seguimos siendo muy pocas pero cada vez somos más; y se va a disparar”, afirma la capitán de Aeroméxico, quien ha participado en algunos de los momentos más importantes en la historia reciente de la aerolínea, como el vuelo inaugural de su ruta hacia Tokio. “Creo que es gracias a las acciones que las empresas y ASPA de México están haciendo para visibilizar a las mujeres”, agrega la también presidenta de la Secretaría de Género e Igualdad Sustantiva que la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México creó el año pasado.
“Hoy, la información te abre los ojos y las alas; te demuestra que sí es posible”, se suma la capitán Arely Bailleres quien, desde 2005, también forma parte de la tripulación de Aeroméxico y que, desde junio de este año, fue nombrada Subjefa de Pilotos para la empresa que, actualmente, emplea a 118 capitanas. “Conmigo, hace 17 años, entraron otras cinco o seis primeras oficiales de un total de 50 o 60 pilotos”, recuerda la primera mujer en ocupar una jefatura en la compañía desde 2018. “Si una joven hoy me pidiera un consejo, le diría que lo haga. Hay que hacer sacrificios pero volar, lo vale. El más grande es no estar con tu familia, especialmente en cumpleaños, Año Nuevo, Navidad… Con los años te acostumbras un poco pero nunca es fácil”, agrega.
Por su parte, Beatriz Urdiales, Comandante de Largo Radio de Iberia y Jefe de Día del Centro de Control Operativo, reconoce que “como sociedad tenemos que quitarnos aún cierto sesgo inconsciente a la hora de educar a nuestros hijos y, por supuesto, fomentar entre las jóvenes profesiones más técnicas donde la presencia femenina todavía es minoritaria.” y coincide en que “hacen falta más referentes femeninos para lograr una mayor visibilidad y que las pilotos seamos una fuente de inspiración para las futuras generaciones. Esto es palpable en nuestro sector donde algunas profesiones como ingenieros, pilotos o técnicos de mantenimiento han estado ocupadas, tradicionalmente, por hombres. Por eso hay que comenzar a trabajar desde edades más tempranas”.
Esta apuesta por cerrar la brecha de género desde las generaciones más jóvenes, impulsó a la aerolínea española, que también integra su tripulación con seis por ciento de mujeres, a emprender acciones como la jornada #despegandojuntas, organizada con Vueling en 2019, para acercar a jóvenes de bachillerato a diferentes sectores de la aviación, como en el entrenamiento y el mantenimiento de los aviones.
“Espero que en el mundo de la aviación se pueda conciliar un poco mejor la vida familiar con la laboral”, concurre la capitán Vera quien, antes de concluir su presidencia al frente de la Secretaría de Género de la ASPA, quiere terminar de desarrollar los protocolos para la prevención, atención y erradicación de la violencia laboral, así como mejorar los convenios de maternidad, paternidad y política de cuidados para los pilotos. “Estando en estos puestos es importante ayudarnos entre mujeres; ser sororas y mentoras, y ayudarnos a llegar a estos puestos. Entre nosotras nos apoyamos”, concluye.
DATOS
- El 4 de diciembre de 1932, la chihuahuense Emma Catalina Encinas Aguayo fue la primera mujer mexicana en obtener una licencia y título de piloto aviador.
- En 2019, una mujer ocupó por primera vez un puesto en el comité ejecutivo de la ASPA de México.
- La Secretaría de Género de la ASPA ha desarrollado una beca dirigida a una mujer mexicana, residente de una zona rural, de excelencia académica y que tuviera el gusto de volar.
- La Universidad Michoacana, que participó en la búsqueda de esta joven, identificó a 600 personas con ese perfil de un total de 23 mil alumnos.
- La beneficiaria, Okiwa López Uribe, de 23 años, estudia actualmente en una escuela de aviación en Estados Unidos y se espera que en los próximos meses obtenga su licencia comercial. Según el director de la escuela, es la mejor estudiante que han tenido.
- Desde 2019, el número de capitanas en Aeroméxico ha crecido 130%, de 51 a 118.
- Aeroméxico lanzó, también, una beca que cubrirá el 100% de la inscripción y colegiatura para una mujer mexicana en su centro de formación a partir del periodo agosto-septiembre 2022.
- Iberia presentó el programa “Quiero ser”, para que chicas entre 16-18 años experimenten en sus instalaciones una verdadera inmersión con profesionales de la compañía.
- La aerolínea española se ha unido a la asociación “Ellas vuelan alto”, un proyecto que busca dar voz y visibilidad a las mujeres en el sector aeroespacial, a través de eventos y otras actividades.
CAR