En junio pasado, Holcim México inauguró su nueva planta de molienda en Umán, Yucatán, con una capacidad de producción de 650 mil toneladas de cemento anuales, para lo cual destinó 40 millones de dólares (mdd).
La producción de la planta se une a la que tiene la empresa en Macuspana, Tabasco, para abastecer de cemento principalmente a las grandes obras que levanta el gobierno federal en el sur del país.
“Somos y seguimos siendo el principal suministrador de cemento de la Refinería Dos Bocas, y del Tren Maya, las nuevas posiciones nos ayudan a servir mejor toda la demanda que tiene el gobierno en el sur del país”, dijo Manuel Sirtori, director de Concretos y Agregados de Holcim México.
En entrevista para El Heraldo de México, el directivo comentó que la empresa hizo varias inversiones a tiempo en esa zona, lo que les permite ofrecer al mercado un buen portafolio de productos y servicios, “si el negocio sigue creciendo, vamos a tener que invertir más, pero para este momento estamos con la posibilidad de cubrir la demanda actual”, señaló.
Sirtori agregó que además de los siete tramos planeados para el Tren Maya, la empresa va a participar en la proveeduría de las obras viales en el corredor Tulum-Cancún, que forma parte del proyecto ferroviario, además del aeropuerto que se planea en Tulum.
Señaló que la mayor actividad les ha permitido generar más empleos, “para darte una idea, hemos tenido picos por la producción para la refinería de más de 700 personas, y con la planta de Yucatán generamos 400 empleos directos más”, dijo el directivo.
INFLACIÓN
El sector de la construcción ha mostrado un repunte, que de acuerdo con datos de la industria registró una caída en obras de 30 por ciento en 2020, como consecuencia de la pandemia, “Hoy hemos recuperado la mitad de eso, pero aún estamos entre 10 y 15 por ciento por debajo contra 2019”, comentó Sirtori.
Explicó que el repunte viene de dos segmentos: el desarrollo industrial, por el levantamiento de grandes bodegas y empresas, y por la construcción de edificios de usos mixtos, con vivienda y locales para usos comerciales.
“En México, las remesas generan un efecto que no sucede en otros países, ya que activan el mercado de la autoconstrucción. Este año se tiene la expectativa de recibir 43 mil mdd, mucho de ese dinero se va para la compra de sacos de cemento para la construcción de las viviendas de los migrantes y el resto va para el consumo”, dijo.
“El impulso de la inversión pública nos va a llevar a tener un buen cierre de año. Pero hay que tener cuidado en el tema de la inflación, que puede ser preocupante si supera los dos dígitos, algo que hace muchos años no sucede en México”, comentó.
“Eso puede generar preocupación, pero me imagino que el gobierno va a tomar las medidas para controlar la inflación”, apuntó.
CAR