El aumento de las tasas de interés referencial empieza a presionar a los créditos nuevos, los variables y revolventes, como es caso de la tarjeta de crédito, coincidieron los analistas.
Ello, aún cuando los bancos aplican una tasa de interés diferenciada, que toma como base el comportamiento del cliente, como si paga a tiempo, si cubre el mínimo para no generar intereses o más de éste, si es totalero, así como su nivel de ingresos, entre otros.
Un ejemplo de esta situación es la tarjeta de crédito clásica de Banamex. En mayo, de este año, el banco aplicaba a Armando una tasa ordinaria mensual de 4.56 por ciento y una anual de 58.72 por ciento, para junio estas subieron a 5.39 y 58.87 por ciento, respectivamente.
En tanto que, en la tasa de interés moratorio, la mensual se ubicó en mayo 5.48 por ciento y la anual en 70.47 por ciento, mientras que en junio fueron de 6.47 por ciento mensual y 70.65 por ciento la anual.
Cabe mencionar, que la tasa moratoria es aquella que se aplica cuando no se realizó el pago, por lo menos el mínimo, antes de la fecha límite.
Para el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Daniel Becker Feldman, aún no se ha visto un incremento muy importante en el tema de tasas de interés de consumo, sin embargo, lo que sí se espera es que más adelante se observe un uso de las tarjetas de crédito ante un entorno de mayor inflación.
Por su parte, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base comentó que en el caso de los créditos para bienes duraderos siempre existe un rezago, pero en los productos de consumo, especialmente en tarjetas de crédito, se refleja inmediatamente.
CAR