Moody's Investors Service mejoró hoy la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para México a 1.8 desde 1.1 por ciento para el cierre de 2022, de acuerdo con la actualización de mayo de este año de su Global Macro Outlook 2022-23.
La calificadora internacional refirió que esta alza refleja los datos entrantes mejores a los esperados y el aumento en la actividad del sector de servicios, que espera continúe su recuperación en el trimestre actual.
Sin embargo, advirtió que los desafíos de la inflación están mermando el poder adquisitivo de los hogares, y las interrupciones en la cadena de suministro resultantes de los cierres de China limitarán la fabricación.
Subrayó que la débil demanda interna y de las perspectivas de inversión, así como el crecimiento limitado de la productividad limitarán el potencial de crecimiento de México en el mediano plazo.
Moody´s también redujo las proyecciones de crecimiento para 2022 de las economías del G20 a 3.1 por ciento en 2022, frente al 5.9 por ciento observado un año antes y medio punto porcentual inferior al crecimiento del 3.6 por ciento estimado en su perspectiva de marzo pasado.
Para Estados Unidos, redujo su pronóstico de PIB para el cierre de este año en 0.9 puntos porcentuales a 2.8 por ciento y recortó en 0.2 puntos porcentuales adicionales para a 2.3 por ciento para 2023.
Explicó que la revisión del pronóstico para 2022 refleja el desempeño de crecimiento mediocre en el primer trimestre y una normalización más rápida del crecimiento en el consumo privado y de la inversión empresarial a medida que madura el ciclo económico.
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Si bien, apuntó, espera que la inflación disminuya en el transcurso de este año y el próximo, ésta podría persistir durante varios meses más, debido a los elevados precios de la energía y los alimentos, los altos costos de los insumos y las interrupciones en la cadena de suministro de China.
La calificadora internacional también informó que mantuvo sus previsiones de crecimiento para Brasil en 0.1 por ciento para 2022 y de1.2 por ciento para 2023.
Comentó que los datos entrantes han sido mixtos, ya que mientras que la ganancia inesperada de los precios más altos de las materias primas ha beneficiado las perspectivas económicas de Brasil, el impulso subyacente en la economía nacional se ha mantenido débil y está amortiguado aún más por la inflación implacable y el aumento de las tasas de interés.
De manera similar, en Argentina, proyectó que la economía se expandirá un 2.8 por ciento en 2022, principalmente debido al arrastre de estadísticas del año pasado, y se desacelerará a 1.9 por ciento% en 2023, a medida que disminuyan los efectos base y los desequilibrios macroeconómicos sigan aumentando.
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