La ola de sanciones económicas impuestas desde, Estados Unidos, Europa y Japón a Rusia, en donde se incluye prohibir transacciones con el banco central de ese país, ahorcan y aíslan financieramente al gobierno de Vladimir Putin.
Ayer, el rublo, principal moneda de Rusia, se depreció más de 30 por ciento y el Banco Central Ruso incrementó su tasa de inter??s interbancaria de 9.5 a 20 por ciento.
El gobierno de Estados Unidos prohibió todas las transacciones con el Banco Central de Rusia.
La decisión de Washington está destinada a “inmovilizar todos los activos que el Banco Central de Rusia tiene en Estados Unidos o en manos de estadounidenses”, anunció el Departamento del Tesoro de ese país.
Por su parte, el gobierno de Gran Bretaña informó el congelamiento de los activos de los
bancos rusos y prohibió el acceso de barcos de ese país a puertos británicos.
El Banco de Japón congeló las reservas extranjeras de Rusia denominadas en yenes en cooperación con los esfuerzos de los países del G-7 para intensificar sanciones contra Moscú.
Shell anunció que va abandonar todas sus operaciones en Rusia, en donde se incluye la emblemática planta de GNL Sajalin 2, donde tiene una participación de 27.5 por ciento y está en alianza con Gazprom quien controla 50 por ciento.
Empresas del sector aeronáutico están dispuestas a rescindir cientos de arrendamientos de aviones de aerolíneas rusas.
PAL