El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) afirmó que hasta el segundo semestre de este año se van a dejar de observar las presiones inflacionarias en los productos agroalimentarios, y va a ser a partir de ahí que comience a registrarse una reducción de precios.
Juan Cortina Gallardo, presidente del organismo, dijo en entrevista con El Heraldo de México que el campo se ha visto afectado por el alza en los insumos para la siembra, pues los fertilizantes se han disparado hasta 100 por ciento en promedio, al igual que otros agroquímicos y los costos de logística, lo cual impactó al precio de las mercancías.
“Los insumos se elevaron bastante, pero el salario para las personas que trabajan en la agroindustria solamente aumentó 25 por ciento”, destacó.
Lo productos que más se han visto afectados por el alza de precios son los granos y oleaginosas como el arroz, avena, centeno, cebada, maíz, entre otros, además de los derivados de la horticultura como el ajo, el brócoli, la cebolla, la coliflor o el apio.
También hubo un impacto en los productos pecuarios como la carne de bovino, de porcino, el pollo y el huevo, pues se requiere de proteína para alimentar al ganado y 70 por ciento de este insumo proviene de los granos.
PROTEGERSE EN 2022
El director General de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (Fira), Alan Elizondo, aseguró que la alta volatilidad en precios de commodities, los eventos climatológicos y el alza de tasas de interés pegarán en 2022 al sector agroalimentario.
De ahí, dijo, es importante que los agricultores se hagan de coberturas de precios, seguros para las cosechas y fuentes de fondeo, que les permita enfrentar y/o mitigar los riesgos de esta volatilidad que enfrenta el sector.
PREOCUPA REFORMA
Cortina Gallardo también se mostró preocupado por la Reforma Eléctrica, pues de aprobarse, los costos de la electricidad pueden subir para los productores agrícolas, lo cual se vería reflejado en los precios de los agroalimentos.
“La electricidad va a subir y va a ser más escasa y va a tener afectación en los costos y la capacidad de la agroindustria”, mencionó.
Ello porque la reforma plantea la cancelación de los contratos de los privados, lo cual impacta a las plantas de cogeneración que se utilizan en el campo.
Por ejemplo, expuso, en los ingenios azucareros los productores han invertido hasta 500 millones de dólares en esta modalidad de generación de electricidad, y si se aprueba la reforma esas plantas tendrían que parar y tampoco podrían vender su excedente de energía a la red eléctrica.
Con información de Verónica Reynold
PAL